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jueves, 19 de marzo de 2020

COSMOS-3 Mundos Posibles




Estaba anunciada para la primavera de 2019, pero unas denuncias por acoso a Neil deGrasse Tyson, que al parecer quedaron en nada,  retrasaron su emisión en National Geographic a Marzo de 2020, justo en plena crisis del coronavirus. Tal vez esa desagradable coincidencia pueda ser aprovechada por más aficionados a la divulgación científica y disfrutemos como en los 80 de un viaje por el espacio y el tiempo de 13.800 millones de años de evolución cósmica. 

           La segunda entrega fue sin duda un homenaje a Carl Sagan tras su muerte en 1996, y ese homenaje, empeño de su viuda: Ann Druyan, y también del apoyo económico del productor de éxito y creador polifacético por antonomasia: Seth MacFarlane, autor de las comedias: Ted, Padre de Familia y de otras muchas. COSMOS: A Spacetieme Odyssey, 2014, abundaba en la búsqueda de personajes desconocidos, al menos fuera de esa visión angloparlante del mundo que siempre desprenden desde USA, algunos de ellos resultaban interesantes, otros abiertamente sobrevalorados. COSMOS-2 fue una secuela que ahondaba en los temas que Carl Sagan batalló toda su vida, desde la revalorización del mundo clásico hasta la exploración espacial por robots, también dedicaba una parte final  a    reflexionar sobre el impacto de la humanidad en nuestro planeta, algo encomiable en los años 70, cuando la principal amenaza eran la Guerra Fría y el Invierno Nuclear, pero este nuevo guión no lo escribió Sagan y perdió el equilibrio, dejándose llevar por lo políticamente correcto en los comienzos del siglo XXI en USA, en los que "el fin justifica los medios",  y los "medios" son los "medios de comunicación de masas", algo que Sagan utilizó y bien, pero guardando siempre la objetividad en la que se basa el  "Método Científico".
       Espero que está tercera entrega de la mítica y seminal serie COSMOS: UN VIAJE PERSONAL escrita por Carl Sagan, Ann Druyan y Steven Soter en 1980, guardé ese equilibrio en el mensaje, entre el descubrimiento y la denuncia, entre la verdad y la posible verdad, entre el humanismo y el sentido común, entre el avance y el respeto por la tradición. 
     National Geographic anuncia "COSMOS: MUNDOS POSIBLES" como un nuevo viaje por la vida, desde los orígenes del Universo en el Big Bang hasta una imaginaria Feria Mundial de Nueva York en 2039, y es de nuevo el astrofísico Neil deGrasse Tyson (Nueva York, 1958-) quien actuará de  cicerone de la divulgación del conocimiento y también a disfrutar con el poder de la imaginación. 

sábado, 29 de junio de 2019

Nuestros cerebros son demasiado débiles para entender la escala del Universo.


Reproducción de un articulo de: Michael Strauss, profesor de ciencias astrofísicas en la Universidad de Princeton en Nueva Jersey. Autor de "Welcome to the Universe: An Astrophysical Tour" (2016), coescrito con Neil deGrasse Tyson y J Richard Gott.
Publicado en asociación con Princeton University Press y Aeon Strategic Partner.
 
Hemos contado 2000 millones de galaxias en el universo observable, solo 8 se ven a simple vista.
Como astrofísico, siempre me sorprende el hecho de que incluso las historias de ciencia ficción más salvajes tienden a ser claramente de carácter humano. No importa cuán exótico sea el lugar o los conceptos científicos inusuales, la mayoría de la ciencia ficción termina siendo sobre todo interacciones, problemas, debilidades y desafíos humanos (o parecidos a los humanos) por excelencia...
El cielo desde Muniesa -Fotografía de Jorge Valiente.

...Decimos que el Universo observable se extiende por decenas de miles de millones de años luz, pero la única manera de comprender esto realmente, como seres humanos, es dividir las cosas en una serie de pasos, comenzando con nuestra comprensión visceral del tamaño de la Tierra. Un vuelo sin escalas desde Dubái a San Francisco cubre una distancia de aproximadamente 12,900 km, aproximadamente igual al diámetro de la Tierra.
La Tierra y la Luna desde Marte.

El sol es mucho más grande; su diámetro es un poco más de 100 veces el de la Tierra y la distancia entre la Tierra y el Sol es aproximadamente 100 veces mayor que eso, unos 100 millones de kilómetros. Esta distancia, el radio de la órbita de la Tierra alrededor del Sol, es una medida fundamental en la astronomía; la Unidad Astronómica. La nave espacial Voyager 1, por ejemplo, se lanzó en 1977 y, viajando a 17 km / s, ahora se encuentra a unas 137 UA del Sol. Pero las estrellas son  mucho  más distantes que esto. La más cercana, Próxima Centauri, está a aproximadamente 270,000 UA, o 4.25 años luz de distancia. Tendrías que alinear 30 millones de soles para cubrir la brecha entre el Sol y Próxima Centauri…
Carolyn Porco - Carl Sagan
…La Vía Láctea contiene alrededor de 300 mil millones de estrellas, en una vasta estructura de aproximadamente 100,000 años luz de diámetro. Uno de los descubrimientos verdaderamente emocionantes de las últimas dos décadas es que nuestro Sol está lejos de ser único en albergar un séquito de planetas: la evidencia muestra que la mayoría de las estrellas similares a la del Sol en la Vía Láctea tienen planetas que las orbitan, muchas con un tamaño y distancia de su estrella paterna permitiéndoles albergar vida como la conocemos.
Un punto azul pálido.

Sin embargo, llegar a estos planetas es algo completamente distinto: la Voyager 1 llegaría a Próxima Centauri en 75,000 años si viajara en la dirección correcta, lo cual no es así. Los escritores de ciencia ficción utilizan una variedad de trucos para recorrer estas distancias interestelares: poner a sus pasajeros en estados de animación suspendida durante los viajes largos, o viajar cerca de la velocidad de la luz (para aprovechar la dilatación del tiempo prevista en la teoría de Albert Einstein de relatividad especial). O invocan unidades warp, agujeros de gusano u otros fenómenos aún no descubiertos. Cuando los astrónomos hicieron las primeras mediciones definitivas de la escala de nuestra Galaxia hace un siglo, se vieron abrumados por el tamaño del Universo que habían mapeado. Inicialmente, hubo un gran escepticismo de que las llamadas 'nebulosas espirales' que se ven en las fotografías profundas del cielo eran en realidad 'universos de islas', estructuras tan grandes como la Vía Láctea, pero aún a distancias mucho mayores. Mientras que la gran mayoría de las historias de ciencia ficción se mantienen dentro de nuestra Vía Láctea, gran parte de la historia de los últimos 100 años de astronomía ha sido el descubrimiento de cuánto más grande es el Universo. Nuestro vecino galáctico más cercano está a unos 2 millones de años luz de distancia, mientras que la luz de las galaxias más lejanas que pueden ver nuestros telescopios nos ha estado viajando durante casi la mayor parte de la era del Universo, aproximadamente 13 mil millones de años. Descubrimos en la década de 1920 que el Universo se ha expandido desde el Big Bang. Pero hace unos 20 años, los astrónomos descubrieron que esta expansión se estaba acelerando, impulsada por una fuerza cuya naturaleza física no entendemos, pero a la que le damos el nombre de "energía oscura".
El disco Voyager.

La energía oscura opera en escalas de longitud y tiempo del Universo en su conjunto: ¿cómo podríamos capturar tal concepto en una pieza de ficción? La historia no se detiene ahí. No podemos ver galaxias de aquellas partes del Universo para las cuales no ha habido suficiente tiempo desde el Big Bang para que la luz nos alcance. ¿Qué hay más allá de los límites observables del Universo? Nuestros modelos cosmológicos más simples sugieren que el Universo es uniforme en sus propiedades en las escalas más grandes y se extiende por siempre.
Una idea alternativa dice que el Big Bang que dio origen a nuestro Universo es solo uno de un número (posiblemente infinito) de tales explosiones, y que el 'multiverso' resultante tiene una extensión completamente más allá de nuestra comprensión. El astrónomo estadounidense Neil deGrasse Tyson dijo una vez: "El Universo no tiene la obligación de tener sentido para ti".
Una galaxia barrada: La Vía Láctea.

Del mismo modo, las maravillas del Universo no tienen la obligación de facilitar a los escritores de ciencia ficción contar historias sobre ellos. El Universo es en su mayoría espacio vacío, y las distancias entre las estrellas en las galaxias y entre las galaxias en el Universo son incomprensiblemente vastas en las escalas humanas. Capturar la verdadera escala del Universo, mientras que de alguna manera lo relaciona con los esfuerzos y las emociones humanas, es un desafío abrumador para cualquier escritor de ciencia ficción…
...Mientras nos sentimos humildes por nuestro pequeño tamaño en relación con el cosmos, nuestros cerebros no pueden, sin embargo, comprender, hasta cierto punto, cuán grande es el Universo que habitamos.
Esto es esperanzador, ya que, como dijo el astrobiólogo Caleb Scharf de la Universidad de Columbia: "En un mundo finito, una perspectiva cósmica no es un lujo, es una necesidad".
Transmitir esto al público es el verdadero desafío que enfrentan los astrónomos y los escritores de ciencia ficción por igual.


La Ciencia Ficción tal vez sea la infancia.

“Bienvenido al Universo: una gira astrofísica” de Michael Strauss, Neil deGrasse Tyson y J Richard Gott ya está disponible a través de Princeton University Press.
Este artículo se publicó originalmente en Aeon  y se ha vuelto a publicar en Creative Commons.


domingo, 28 de octubre de 2018

COSMOS: Possible Worlds -TRAILER





La segunda temporada de la continuación del Cosmos de Carl Sagan en la primavera de 2019, con un subtitulo de lo más sugerente: Mundos Posibles, la esperamos con expectación. 











sábado, 7 de abril de 2018

Grandes Series: MARTE


Es una serie de Ciencia Ficción para la TV, pero su originalidad radica en que combina una historia novelada con entrevistas a personajes reales de relevancia (Elon Mush, fundador de SpaceX y Tesla; Ann Druyan, escritora y viuda de Carl Sagan; Robert Zubrin, afamado defensor de la colonización de Marte, doblado por la inigualable voz de José María del Rio, el Carl Sagan en Cosmos;  Neil deGrasse Tyson, astrofísico y divulgador científico; James Lovell, astronauta del Apolo XIII, Scott Kelly, astronauta que estuvo 340 días en la ISS; etc…) y fragmentos documentales que tratan desde el pensamiento de Wernher von Braun, hasta la expedición de Ernest Shackleton a la Antartida.  
Marte (Mars en inglés original) está producida por National Geographic, y se extrenó el 14 de noviembre de 2016 en su propio canal. En España se ha emitido en abierto en el canal MEGA en marzo de 2018.
La parte de ficción narra como un grupo de astronautas aterrizan en el planeta Marte, y se basa en el libro del periodista Stephen Petranek  How We'll Live on Mars, 2015.
 En el año 2033, un equipo de 6 astronautas se lanzó desde Cabo Cañaveral en un viaje para ser las primeras personas en poner un pie en Marte. Durante el descenso en el planeta rojo se produce un error y la nave “amartiza” a unos 75 km del lugar previsto. 
La serie se cuenta 6 episodios y relata alternativamente los años 2016, 2033 y 2037, usando las entrevistas de 2016 para explicar los eventos que suceden en la trama novelada. La serie fue filmada en Budapest y Marruecos.
National Geographic aprobó la temporada 2 de Marte, con la producción de Brian Grazer y Ron Howard.
La temporada 1 fue vista por 36 millones de espectadores en todo el mundo y se convirtió en la serie más vista a través de reproductores en la historia de este canal de documentales. Como la primera, la segunda temporada de Marte se transmitirá a nivel mundial en los canales de National Geographic, que están presentes en 172 países y en 43 idiomas. 

“Marte es emblemática para nuestra nueva clase de programación premium: la programación de un magnífico talento creativo, como Imagine Entertainment y RadicalMedia, que es descaradamente inteligente y muy entretenido”, dijo Courteney Monroe, CEO de National Geographic Global Networks.


“Con Marte, pudimos aprovechar el poder global de la marca y amplificarlo en las plataformas de medios de National Geographic y estamos encantados de traerla de vuelta para otra temporada”.


“Con la mezcla de documental y drama, creamos una experiencia realmente poderosa para el público que los transportó a un mundo diferente, y estamos encantados de trabajar nuevamente con National Geographic y RadicalMedia para continuar esta historia épica de cómo la humanidad hizo de Marte algo propio”, dijo Grazer.

 Howard agregó: “Con Marte, queríamos estimular la imaginación del público y continuar con la creencia de que la exploración espacial es un aspecto importante e inevitable de la experiencia humana, inspirando a la próxima generación de astronautas. Estamos muy contentos de ver dónde nos llevará la próxima temporada “.


 Ben Cotton es Ben Sawyer, el comandante estadounidense de la misión e ingeniero de sistemas.


Jihae es Hana Seung, piloto estadounidense de origen Norcoreano e ingeniera de sistemas, más tarde comandante de la misión; también interpreta a su hermana gemela Joon Seung, CAPCOM de control de la misión en la Tierra, y después secretaria general de la Fundación Internacional Científico de Marte, FICM, una organización global que financia la expedición a Marte.

Clementine Poidatz es Amelie Durand, la doctora y bioquímica de la misión.

Sammi Rotibi es Robert Foucault, el ingeniero robótico de Nigeria.

Alberto Ammann es Javier Delgado, hidrólogo español y geoquímico.

Anamaria Marinca es Marta Kamen, exobiologa rusa y geóloga de la misión.
Olivier Martinez interpreta a Ed Grann (con seguridad el alter ego de Elon Musk) es el CEO de Mars Missions Corporation,  un consorcio de compañías aeroespaciales privadas que orquesta la misión de poner a la humidad en Marte. 

sábado, 5 de julio de 2014

COSMOS sin Carl Sagan.

El ser humano se halla a medio camino entre los dioses y las bestias.  PLOTINO

Nebulosa del Anillo. Fotografía del Telescopio Hubble.
 En buena lógica, ¿no debería la mente del orador conocer la sustancia del tema sobre el que se dispone a hablar?  
PLATÓN  -Fedro-
 No sé de un solo tratado, antiguo o moderno, que pueda proporcionarme una explicación convincente del medio físico que me rodea. La mitología es lo que más se acerca a lo que busco
HENRY DAVID THOREAU -The Journal-
 Jacob Bronowski forma parte del reducido grupo de hombres y mujeres que en el transcurso de la historia se han sentido atraídos y han logrado acceder a toda la gama del saber humano: las letras, las ciencias, la filosofía y la psicología. Bronowski rebasa el ámbito de la especialización en una sola disciplina para sobrevolar el vasto panorama de la erudición humana. Su libro, The ascent of man, adaptado también para la televisión, constituye un soberbio instrumento educativo a la par que un notable tributo al pasado. En cierto modo viene a relatarnos la evolución paralela del ser biológico y del ser intelectivo.”
“El último capítulo de la obra y episodio final de la serie televisiva, titulado «La dilatada infancia», hace referencia al vasto periodo de tiempo —mucho más prolongado en los individuos de nuestra especie que en los de cualquier otra si tomamos como referencia la duración total de sus respectivas vidas— en que el niño permanece bajo la dependencia del sujeto adulto y su gran plasticidad, es decir, la capacidad que posee para adaptarse al entorno físico y cultural. Casi todos los organismos terrestres actúan en buena medida conforme al legado genético de que son portadores y que ha sido «previamente transmitido» al sistema nervioso del individuo, siendo la información extra-genética recogida en el curso de su vida un factor secundario.”
 “Sin embargo, en el caso del hombre y de los demás mamíferos sucede exactamente lo contrario. Sin desconocer el notable influjo del legado genético en nuestro comportamiento, nuestros cerebros ofrecen muchísimas más oportunidades de establecer nuevos modelos de conducta y nuevas pautas culturales en cortos periodos de tiempo que en cualquier otro ser vivo. Por decirlo de algún modo, hemos concertado un pacto con la naturaleza según el cual el difícil proceso de maduración del niño viene compensado por su capacidad de aprendizaje, lo que incrementa en gran manera las posibilidades de supervivencia de la especie humana. A más abundamiento, el ser humano, en la restringida y más reciente fase de su largo devenir biológico-intelectivo, se ha procurado no sólo información extra-genética, sino también conocimientos extrasomáticos, o sea, información acumulada fuera de nuestro cuerpo, fenómeno del que la escritura constituye el ejemplo más significativo. Las transformaciones evolutivas o genéticas se consuman al cabo de extensos periodos de tiempo. Para determinar el intervalo que media entre la aparición de una especie superior a partir de su antecedente podría tomarse como base un periodo de cien mil años; por lo demás, con frecuencia las diferencias de comportamiento entre especies animales muy próximas —leones y tigres, por ejemplo— no parecen ser muy considerables. Una muestra de evolución reciente de un elemento corporal en el hombre la tenemos en los dedos del pie. El dedo gordo desempeña una función importante en la conservación del equilibrio al andar, pero el papel de los restantes dedos no es, ni muchísimo menos, tan manifiesto. Es indudable que estos dedos son un elemento evolucionado de los apéndices digitales que algunos animales, como los simios y los monos trepadores, utilizan para aferrarse o maniobrar ágilmente. Este ejemplo de evolución constituye una re -especialización, es decir, la adaptación de un órgano primitivamente evolucionado para una función específica a otra muy distinta, que no se materializó por completo hasta transcurridos unos diez millones de años. (Los pies del gorila de las montañas han seguido una evolución pareja, aunque enteramente autónoma.)”
 “Hoy, sin embargo, no es preciso aguardar diez millones de años en espera de que se produzca la próxima mutación. Vivimos una época de cambios acelerados sin precedentes, y puesto que estos cambios son en buena parte obra humana, es imposible soslayarlos. No queda más alternativa que ajustarse, adaptarse al cambio, controlarlo o perecer.”
“Probablemente, sólo un mecanismo de aprendizaje extra-genético puede afrontar el rapidísimo proceso de transformación que soporta la especie humana. En este sentido, la rápida evolución del intelecto humano que hoy se observa es, por un lado, la causa, y por otro, la única solución concebible a los muchos y graves problemas que nos acechan. Creo de veras que una mejor comprensión de la naturaleza y evolución de  inteligencia humana puede ayudarnos a enfocar con lucidez los peligros ignotos que sin duda esconde el futuro.”
 “Otra de las razones que me han movido a interesarme por el tema de la evolución del factor cognoscitivo es que hoy, por vez primera en la historia, disponemos de un poderoso instrumento que permite establecer comunicación a través de las inmensas distancias interestelares. Me refiero al radiotelescopio de gran alcance. Aunque un tanto a ciegas y con paso vacilante, hemos empezado a utilizarlo a ritmo creciente para dilucidar si existen otras civilizaciones ubicadas en extraños mundos, a distancias inimaginables, que están enviando radiomensajes a la tierra. Tanto la existencia de dichas civilizaciones como la naturaleza de los hipotéticos mensajes que tal vez transmitan sólo se conciben en la universalidad de la evolución del cerebro humano tal como se ha producido en nuestro planeta. De ahí que parezca lógico suponer que el estudio de la evolución del ser racional en la Tierra permitirá obtener pistas o perspectivas que arrojen un poco de luz a la investigación sobre la existencia de seres inteligentes en el espacio extraterrestre.”
Me complació en extremo inaugurar el ciclo de conferencias sobre filosofía natural dedicado a la memoria de Jacob Bronowsky que organizara la Universidad de Toronto en noviembre de 1975.”
                        
Cominezo de LOS DRAGONES DEL EDEN de CARL SAGAN  
,Especulaciones sobre la evolución de la inteligencia humana. Publicado en 1977. Premio Pulitzer 1978.


Introducción de COSMOS , Carl Sagan, 1980.  
Edición en castellano: Editorial Planeta, mayo de 1982. (Mi edición es la cuarta, de octubre de 1982)

Llegará una época en la que una investigación diligente y prolongada sacará a la luz cosas que hoy están ocultas. La vida de una sola persona, aunque estuviera toda ella dedicada al cielo, sería insuficiente para investigar una materia tan vasta... Por lo tanto este conocimiento sólo se podrá desarrollar a lo largo de sucesivas edades. Llegará una época en la que nuestros descendientes se asombrarán de que ignoráramos cosas que para ellos son tan claras... Muchos son los descubrimientos reservados para las épocas futuras, cuando se haya borrado el recuerdo de nosotros. Nuestro universo sería una cosa muy limitada si no ofreciera a cada época algo que investigar... La naturaleza no revela sus misterios de una vez para siempre.

SÉNECA, Cuestiones naturales, libro 7, siglo primero


Nuestros antepasados estaban muy ansiosos por comprender el mundo, pero no habían dado todavía con el método adecuado. Imaginaban un mundo pequeño, pintoresco y ordenado donde las fuerzas dominantes eran dioses como Anu, Ea y Shamash. En este universo las personas jugaban un papel importante, aunque no central. Estábamos ligados íntimamente con el resto de la Naturaleza. El tratamiento del dolor de muelas con cerveza de segunda calidad iba unido a los misterios cosmológicos más profundos. 
Actualmente hemos descubierto una manera eficaz y elegante de comprender el universo: un método llamado ciencia. Este método nos ha revelado un universo tan antiguo y vasto que a primera vista los asuntos humanos parecen de poco peso. Nos hemos ido alejando cada vez más del Cosmos, hasta parecernos algo remoto y sin consecuencias importantes para nuestras preocupaciones de cada día. Pero la ciencia no sólo ha descubierto que el universo tiene una grandeza que inspira vértigo y éxtasis, una grandeza accesible a la comprensión humana, sino también que nosotros formamos parte, en un sentido real y profundo, de este Cosmos, que nacimos de él y que nuestro destino depende íntimamente de él. Los acontecimientos humanos más básicos y las cosas más triviales están conectadas con el universo y sus orígenes.
Este libro está dedicado a la exploración de estas perspectivas cósmicas. En la primavera y otoño de 1976 yo formaba parte del equipo de imagen en vuelo del vehículo de aterrizaje Viking, y me dedicaba junto con cientos de científicos colegas a la exploración del planeta Marte. Por primera vez en la historia humana habíamos hecho aterrizar dos vehículos espaciales en la superficie de otro mundo. Los resultados, descritos de modo más completo en el capítulo 5, fueron espectaculares, y el significado histórico de la misión quedó claro para todos. Sin embargo, el público en general apenas sabía nada de estos grandes acontecimientos. La prensa en su mayoría no les prestaba atención; la televisión ignoró la misión casi por completo.
El capítulo dedicado al CO2 tal vez patina un poco, recuerda demasiado a Al Gore.

Cuando se tuvo la seguridad de que no se obtendría una respuesta definitiva sobre la posible existencia de vida en Marte, el interés disminuyó todavía más. La ambigüedad se toleraba muy poco. Cuando descubrimos que el cielo de Marte presentaba un color amarillo rosado en lugar del azul que se le había atribuido al principio, equivocadamente, el anuncio fue recibido por un coro de joviales silbidos por parte de los periodistas reunidos: querían que incluso en este aspecto Marte se pareciera a la Tierra. Creían que su público se desinteresaría paulatinamente de Marte a medida que el planeta resultase cada vez más distinto de la Tierra. Y sin embargo, los paisajes de Marte son impresionantes, las vistas conseguidas imponentes. Yo sabía positivamente, por experiencia propia, que existe un enorme interés global por la exploración de los planetas y por muchos temas científicos relacionados con ella: el origen de la vida, la Tierra y el Cosmos, la búsqueda de inteligencias extraterrestres, nuestra conexión con el universo. Y estaba seguro que se podía estimular este interés a través del medio de comunicación más poderoso, la televisión. Compartía mi opinión B. Gentry Lee, el director de análisis de datos y planificación de la misión Viking, hombre de extraordinarias capacidades organizativas. Decidimos, como una apuesta, enfrentarnos con el problema nosotros mismos. Lee propuso que formáramos una compañía productora dedicada a la difusión de la ciencia de un modo atractivo y accesible. En los meses siguientes nos propusieron un cierto número de proyectos. Pero el proyecto más interesante fue el propuesto por KCET, la rama del Servicio Público de Radiodifusión en Los Angeles. Aceptamos finalmente producir de modo conjunto una serie de televisión en trece episodios orientada hacia la astronomía pero con una perspectiva humana muy amplia. Su destinatario sería un público popular, tenía que producir impacto desde el punto de vista visual y musical y tenía que afectar al corazón tanto como a la mente. Hablamos con guionistas, contratamos un productor ejecutivo y nos vimos embarcados en un proyecto de tres años llamado Cosmos. En el momento de escribir estas líneas, el programa tiene un público espectador en todo el mundo estimado en 140 millones de personas, es decir el tres por ciento de la población humana del planeta Tierra. Su lema es que el público es mucho más inteligente de lo que se suele suponer; que las cuestiones científicas más profundas sobre la naturaleza y el origen del mundo excitan los intereses y las pasiones de un número enorme de personas. La época actual es una encrucijada histórica para nuestra civilización y quizás para nuestra especie. Sea cual fuere el camino que sigamos, nuestro destino está ligado indisolublemente a la ciencia. Es esencial para nuestra simple supervivencia que comprendamos la ciencia. Además la ciencia es una delicia; la evolución nos ha hecho de modo tal que el hecho de comprender nos da placer porque quien comprende tiene posibilidades mayores de sobrevivir. La serie de televisión Cosmos y este libro son un intento ilusionado para difundir algunas de las ideas, métodos y alegrías de la ciencia.
Premonición catastrófica del Calentamiento Global ¿política o ciencia? ¿Sagan sería políticamente correcto o dudaría de todo?

Esta obra y la serie televisiva evolucionaron conjuntamente. En cierto modo cada una se basa en la otra. Muchas ilustraciones de este libro se basan en los impresionantes montajes visuales preparados para la serie televisiva. Pero los libros y las series televisivas tienen unos públicos algo diferentes y permiten enfoques distintos. Una de las grandes virtudes de un libro es que permite al lector volver repetidamente a los pasajes oscuros o difíciles; esta posibilidad no se ha hecho real en la televisión hasta hace poco con el desarrollo de la tecnología de los discos y las cintas de vídeo. El autor, al elegir el alcance y profundidad de sus temas, dispone de mucha mayor libertad cuando escribe un capítulo de un libro que cuando elabora los cincuenta y ocho minutos con treinta segundos, dignos de Procusto, de un programa de televisión no comercial. Este libro trata muchos temas con mayor profundidad que la serie de televisión. Hay temas discutidos en el libro que no se tratan en la serie televisiva y viceversa. Cuando escribía estas líneas no era seguro que sobreviviera a los rigores del montaje televisivo la serie de dibujos basados en Tenniel de Alicia y sus amigos en ambientes de alta y baja gravedad. Me encanta haber podido acoger aquí estas preciosas ilustraciones del artista, Brown, y la discusión que las acompaña. En cambio no aparecen aquí representaciones explícitas del calendario cósmico, que aparece en la serie televisiva, en parte porque el calendario cósmico se discute ya en mi obra los Dragones del Edén; tampoco he querido tratar aquí muy detalladamente la vida de Robert Goddard, porque le dediqué un capítulo en El cerebro de Broca. Pero cada episodio de la serie televisiva sigue con bastante fidelidad el correspondiente capítulo de esta obra; y me gusta imaginar que el placer proporcionado por una obra aumentará gracias a las referencias que da sobre la otra.
En algunos casos y por razones de claridad he presentado una idea más de una vez: al principio de modo superficial y luego con mayor profundidad en sucesivas ocasiones. Esto sucede por ejemplo con la introducción a los objetos cósmicos del capítulo 1, que luego son examinados de modo más detallado; o en la discusión de las mutaciones, las enzimas y los ácidos nucleicos del capítulo 2. En unos pocos casos los conceptos se han presentado sin tener en cuenta el orden histórico. Por ejemplo, las ideas de los antiguos científicos griegos aparecen en el capítulo 7, bastante después de la discusión de Johannes Kepler en el capítulo 3: Pero creo que la mejor manera de apreciar a los griegos es ver primero lo que estuvieron en un tris de conseguir.
La ciencia es inseparable del resto de la aventura humana y por lo tanto no puede discutirse sin entrar en contacto, a veces de pasada, otras veces en un choque frontal, con un cierto número de cuestiones sociales, políticas, religiosas y filosóficas. La dedicación mundial a las actividades militares llega a introducirse incluso en la filmación de una serie televisiva dedicada a la ciencia. Cuando simulábamos la exploración de Marte en el desierto de Mohave con una versión a escala real del vehículo de aterrizaje Viking, continuamente nos veíamos interrumpidos por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que llevaba a cabo vuelos de bombardeo en el cercano campo de pruebas. En Alejandría, Egipto, cada mañana de nueve a once nuestro hotel se convertía en el objetivo de prácticas de hostigamiento de la Fuerza Aérea egipcia. En Samos, Grecia, hasta el último momento no nos dieron permiso para filmar en ningún punto de la isla, debido a unas maniobras de la OTAN y a la construcción bajo tierra y en laderas de montañas de unas madrigueras destinadas claramente a emplazamientos de artillería y tanques. En Checoslovaquia la utilización de walkie talkies para organizar el apoyo logística en la filmación de una carretera rural atrajo la atención de un caza de la Fuerza Aérea checa que se puso a dar vueltas sobre nosotros hasta que pudimos convencerle en checo de que no estábamos perpetrando nada que amenazara la seguridad nacional. En Grecia, Egipto y Checoslovaquia nuestros equipos de filmación iban acompañados en todas partes por agentes del aparato estatal de seguridad. Unas gestiones preliminares para filmar en Kaluga, URSS, e incluir unas secuencias en proyecto sobre la vida de un pionero ruso de la astronáutica, Konstantin Tsiolkovsky, toparon con una negativa: después descubrimos que se iban a celebrar allí unos juicios contra disidentes. Nuestros equipos de filmación fueron tratados con mucha amabilidad en todos los países que visitamos; pero la presencia militar global, el temor en el corazón de las naciones, era omnipresente. Esta experiencia confirmó mi decisión de tratar las cuestiones sociales que fueran relevantes, tanto en la serie como en el libro.
La esencia de la ciencia es que se autocorrige. Nuevos resultados experimentales y nuevas ideas están resolviendo continuamente viejos misterios. Por ejemplo en el capítulo 9 hablamos de que el Sol parece estar generando un número demasiado pequeño de neutrinos, unas partículas muy difíciles de captar. Allí se repasan algunas de las explicaciones propuestas. En el capítulo 10 nos preguntamos si hay materia suficiente en el universo para que llegue a detener en algún momento la recesión de las galaxias distantes, y si el universo es infinitamente viejo y por lo tanto increado.
Los experimentos de Frederick Reines de la Universidad de California, pueden haber echado desde entonces algo de luz sobre estas cuestiones; este investigador cree haber descubierto: a) que los neutrinos existen en tres estados distintos, de los cuales sólo uno podía detectarse con los telescopios de masa, de modo que la gravedad de todos los neutrinos en el espacio puede contribuir a cerrar el Cosmos y a impedir que se expanda indefinidamente. Futuros experimentos dirán si estas ideas son correctas. Pero son ideas que ilustran el replanteamiento continuo y vigoroso a que se somete la sabiduría transmitida y que es un elemento fundamental de la vida científica. Es imposible en un proyecto de esta magnitud dar las gracias a todos los que han contribuido a él. Sin embargo me gustaría expresar una gratitud especial a B. Gentry Lee; al personal de producción de Cosmos, entre ellos los productores principales Geoffrey Haines Stiles y David Kennard y el productor ejecutivo Adrian Malone; a los artistas Jon Lomberg (quien jugó un papel clave en el diseño original y en la organización de los montajes visuales de Cosmos), John Allison, Adolf Schaller, Rick Stembach, Don Davis, Brown y Anne Norcia; a los consejeros Donald Goidsmith, Owen Gingerich, Paul Fox y Diane Ackerrnan, a Cameron Beck; a la dirección de KCET, especialmente Greg Adorfer, que nos presentó por primera vez la propuesta de KCET, Chuck Allen, William Lamb, y James Loper; y a los subguionistas y coproductores de la serie televisiva Cosmos, incluyendo a la Atlantic Richfield Company, la Corporación para la Radiodifusión Pública, las Fundaciones Arthur Vining Davis, la Fundación Alfred P. Sloan, la British Broadeasting Corporation, y Polytel International. Al final de la obra se dan los nombres de otros colaboradores que ayudaron a esclarecer cuestiones de detalle o de enfoque. Sin embargo, como es lógico la responsabilidad final del contenido del libro recae sobre mí. Doy las gracias al personal de Random House, especialmente a la encargada de la edición de mi obra, Anne Freedgood, y al diseñador del libro, Robert Aulicino, por su experta colaboración y por la paciencia que demostraron cuando las fechas límite para la serie televisiva y para el libro parecía que entraban en conflicto. Tengo una deuda especial de gratitud para con Shirley Arden, mi ayudante ejecutiva, por mecanografiar los primeros borradores de este libro y por conducir los borradores posteriores a través de todas las fases de producción con la alegre competencia que le caracteriza. Es éste únicamente uno de los muchos motivos de agradecimiento profundo que el proyecto Cosmos tiene con ella. Me siento más agradecido de lo que pueda expresar a la administración de la Universidad de Cornell por concederme una excedencia de dos años que me permitió llevar a cabo este proyecto, a mis colegas y estudiantes de la Universidad, y a mis colegas de la NASA, del JPL y del equipo de óptica del Voyager.
El agradecimiento más profundo por la elaboración de Cosmos se lo debo a Ann Druyan y a Steven Soter, mis coguionistas de la serie televisiva. Contribuyeron de modo fundamental y repetido a las ideas básicas y a sus conexiones, a la estructura intelectual general de los episodios, y a la justeza del estilo. Agradezco mucho sus lecturas intensamente críticas de las primeras versiones de este libro, sus sugerencias constructivas y creativas para la revisión de muchos borradores, y sus contribuciones importantes al guión de televisión que influyeron de muchas maneras en el contenido de este libro. La satisfacción que me proporcionaron las muchas discusiones sostenidas es una de mis recompensas principales por el proyecto Cosmos.

Ithaca y Los Ángeles, mayo de 1980. -Carl Sagan-