Se podrían decir tantas cosas...pero esta es una ciudad más en el mundo de las mordidas, de la perversión, de los sobornos, de enchufes, de amiguismos, de manipulación mediática y de ciudadanos sin sentido critico, ciudadanos o tal vez borregos... cada que vez que veo a esos voluntarios de la EXPO haciendo el memo en las vías del tranvía me da un arrebato de vergüenza ajena...
-!Qué pedazo cazurros!- dirán los policastros que se llevan la comisión, y encima estos paletos nos aplauden. !Qué pena de país!