Eso es lo que creen (Aragón Radio y Aragón TV no son tan descarados con RTVE, pero la semilla subliminal está sembrada)
Un gráfico de X, que me permito manipular.
El último pasquín libre de Aragón ___ Un blog de opinión patrocinado por la máquina del fango ____ El escepticismo por principios___ Donde hay duda hay libertad ___ Este blog no está declarado bien de interés cultural___ "Zaragoza bulle como nunca antes había bullido" y otras chorradas de ese estilo____ No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo ____ Todo el mundo tiene un graduado escolar y los políticos zaragozanos una etiqueta de anís del mono ___ Buenas noches Clarice.
Eso es lo que creen (Aragón Radio y Aragón TV no son tan descarados con RTVE, pero la semilla subliminal está sembrada)
¡Ya os vale!
“La confianza está muy dañada”
(mis declaraciones a Heraldo)
Posted on 14 de chunio de 2025 by jorgepueyo
Ante las revelaciones del informe
de la OCU sobre la trama de corrupción que afecta al nº 3 del PSOE Santos
Cerdán, Heraldo de Aragón me ha pedido una reacción. Aquí tenéis mis
declaraciones:
“La comparecencia de Pedro
Sánchez era necesaria, pero ha sido insuficiente. Aunque marca un primer paso y
reconoce errores y anuncia medidas, lo realmente imprescindible ahora es que se
actúe con la máxima transparencia y sin ambigüedades.
La confianza está muy dañada y lo
que está claro es que la ciudadanía no necesita solo disculpas, necesita
certezas.
Certezas de que se va a
investigar a fondo, de que se van a depurar responsabilidades y de que no se va
a proteger a nadie por proximidad o conveniencia política.
Desde Chunta Aragonesista
consideramos que la auditoría anunciada debe ser rigurosa y que la
investigación de la UCO tiene que seguir su curso con plena independencia,
caiga quien caiga. Hay que llegar hasta el final. La corrupción política no
puede tener lugar en una democracia sana y, cuando aparece, debe afrontarse con
determinación, no con gestos calculados.
Es momento de demostrar con
hechos que las instituciones y los partidos están a la altura de la
responsabilidad que les otorga la ciudadanía. Y eso no se logra solo con
palabras, sino con compromiso real, firme y sostenido.
Por eso, desde Chunta
Aragonesista vamos a estar vigilantes para que todo esto se cumpla, vamos a
impulsar medidas anticorrupción y vamos a asegurarnos de que el Gobierno cumpla
sus compromisos con las reivindicaciones y necesidades de Aragón.”
Red Eléctrica de España es una empresa semi-pública propietaria en monopolio de la infraestructura de transporte de electricidad de alta tensión entre las grandes subestaciones.
Fue fundada en 1985 con el objetivo político de gestionar la distribución desde el Estado, es decir, controlar el precio, la oferta y la demanda, y de favorecer un sistema u otro de producción.
Por supuesto entre sus competencias está la de impedir los apagones.
https://citizengo.org/hazteoir/fr/15372-exige-la-dimisi%C3%B3n-de-los-responsables-del-apag%C3%B3n
Sánchez y su tropa han conseguido en unos pocos años que pasemos de las luces a las velas.
En camino directo al tercermundismo, el 28 de abril España se quedó sin luz todo el día: llegó oficialmente el “gran apagón”1.
Ciudadanos sin luz y sin agua, hospitales sin poder atender a los pacientes, residencias de mayores en caos, personas encerradas en ascensores durante horas, al menos 5 fallecidos...
¡Y aquí nadie sale a explicar qué ha pasado de verdad ni a proponer soluciones!
Beatriz Corredor, la socialista que preside Red Eléctrica de España (REE), no ha dado la cara ni ha cumplido sus funciones en el momento más crítico. De hecho, no tiene cualificación profesional en temas de energía y ha ignorado avisos durante 5 años2.
Es más, hace tan solo 2 semanas decían desde la institución que “no existe riesgo de apagón” porque ellos “garantizan el suministro”3.
No podemos aceptar esto como algo normal o nuestra calidad de vida no dejará de empeorar.
Escribiendo este mensaje, se me ha cortado la luz 4 veces.
Yo no quiero tener que vivir a oscuras porque incompetentes como estos sigan al cargo de las instituciones. Seguro que tú tampoco.
Por eso ahora toca exigir responsabilidades y echar de una vez a los cobardes e incompetentes que ni cumplen sus funciones ni se atreven a dar la cara.
Firma ahora para exigir la dimisión inmediata de Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica Española.
Este apagón no es un hecho aislado.
Es la consecuencia de años de decisiones ideológicas que han debilitado nuestra red.
Beatriz Corredor fue ya ministra en el Gobierno de Zapatero, y como buena socialista al servicio de Sánchez, hoy defiende sus políticas energéticas que llevan a desastres como este.
Todo ello mientras cobra 546.000 euros al año aunque no tenga formación en energía: cobrar sí, pero dar la cara y soluciones en los momentos importantes no4.
De hecho, antes del apagón estaba tuiteando sobre lo malo que es Trump. Se ve se preocupa de todo... menos de hacer su trabajo5.
Todos estos socialistas han llevado a que tengamos un sistema eléctrico débil y vulnerable.
¿Vas a permitir que sigamos dependiendo de estos incompetentes que juegan con nuestro futuro?
Tú y yo nos merecemos una Red Eléctrica gestionada por profesionales independientes, no por títeres de Sánchez como Beatriz Corredor.
Ayúdame a que sea así.
Únete a esta petición ciudadana para que la incompetente al frente de Red Eléctrica Española dimita y se vaya a su casa.
Si no actuamos ya, sabes perfectamente lo que pasará. Sánchez y su Gobierno impondrán su relato, taparán el escándalo como tantas veces ha hecho antes.
Pero si logramos unir suficientes firmas ciudadanas, haremos presión y lograremos que los responsables de lo que ha pasado tengan que afrontar las consecuencias.
Por eso te pido tu ayuda hoy, porque es ahora o nunca.
Cada firma suma presión. Cada apoyo a esta petición es un mensaje claro: queremos un país serio, seguro, y gobernado con responsabilidad.
No podemos regalarles el silencio. No podemos aceptar que quienes fallan en lo esencial sigan en sus cargos como si nada.
Levanta la voz. Cambia las cosas.
Firma para que Beatriz Corredor dimita de inmediato.
Gracias por defender España y nuestras libertades de esta tropa de ineptos que son un peligro nacional,
Miguel Tomás y todo el equipo de Hazte Oír.
PD: Necesitamos unir todas las voces posibles para que los socialistas no puedan silenciar este escándalo. Por favor, comparte esta petición con todos tus amigos y familiares.
Más información:
1.El gran apagón paraliza España sin que las autoridades sepan las causas. 29/04/2025. La Vanguardia.https://www.lavanguardia.com/vida/20250429/10626971/gran-apagon-paraliza-espana-autoridades-sepan-causa.html
2. Cinco años de avisos ignorados ponen en el foco la gestión de Beatriz Corredor. 30/04/2025. El Mundo. https://www.elmundo.es/economia/macroeconomia/2025/04/29/6810d3fafc6c838c738b4587.html
3. Red Eléctrica de España, grupo presidido por la exministra socialista Beatriz Corredor, afirmó hace 20 días que no existía riesgo de apagón. 20/04/2025. La Gaceta.https://gaceta.es/espana/red-electrica-grupo-presidido-por-la-exministra-socialista-beatriz-corredor-afirmo-hace-solo-20-dias-que-no-existia-riesgo-de-apagon-20250429-0039/
4.¿Dónde está Beatriz Corredor? 29/05/2025. El Debate: https://www.eldebate.com/economia/20250429/donde-esta-beatriz-corredor-presidenta-red-electrica-no-aparece-peor-dia-compania_292055.html
5. Beatriz Corredor se preocupa de todo menos de su trabajo: https://x.com/BeatrizCorredor/status/1916404583720439976
jueves, 10 de mayo de 2018 -post EL GRAN CANAL DE LA MARGEN DERECHA DEL EBRO. Miguel Valiente.
https://alasombradelasabina.blogspot.com/2018/05/el-gran-canal-de-la-margen-derecha-del.html
y "Si necesitan ayuda, qué la pidan." (Pedro Sánchez Castejón, presidente del Gobierno de España en octubre de 2024, elegido con los votos de los herederos de ETA, de los supremacistas catalanes, y de Chunta Aragonesista -para vergüenza de sus fundadores, el autor de este blog entre ellos-)
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Valencia 1949 |
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Valencia 1957 |
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Valencia 2024 |
Es un término usado para las condenas post mortem, cuando se realiza una desaparición
intencionada en el registro histórico de una persona, tendencia o suceso. La
técnica para lograrlo consiste en alterar los testimonios, retratos,
inscripciones o la narración oficial y pública de los hechos.
El
término «Damnatio memoriae» fue acuñado en 1689 por Christoph Schreiter
y Johannes Heinrichs Gerlach, en un libro sobre el Senado Romano y sus
declaraciones de enemigos. En Roma se usaba el término abolitio
nominis, que se traduce como eliminación del nombre.
Por supuesto sabemos de ejemplos anteriores a Roma, en el Antiguo Egipto es muy citado el caso de Akenatón, el décimo
faraón de la dinastía XVIII, que reinó entre 1353 y 1336 a.C., promoviendo un
cambio radical en la sociedad egipcia, que sustituyó el culto politeísta de Amón
por el monoteísta de Atón. Sus sucesores no lo consintieron borrando el rastro de su existencia,
del porqué y el cómo.
En
Grecia, el político y filosofo Demetrius Falereus gobernó Atenas entre
el 317 y el 307 a.C. a la sombra del rey de Macedonia, perdió el poder en el
307 a. C. y tuvo que exiliarse en Tebas, luego el rey Ptolomeo II el hizo
responsable de la famosa Biblioteca de Alejandría, hasta que cayó en desgracia
y volvió al exilio. Las estatuas que
erigió en Atenas fueron destruidas.
En el SPQR (Senatus Populusque Romanus, el Senado y el pueblo de Roma, la República
Romana) era una sanción que consistía en castigar con el olvido, quitando el
nombre del condenado en las inscripciones que apareciera. A veces le seguía la rescissio
actorum (anulación de los actos), es decir, la destrucción completa de
todas las obras creadas por el condenado en el ejercicio de su cargo, siendo
considerado un ciudadano terrible. Si este acto se producía en vida, desde el
punto de vista jurídico, representaba una verdadera muerte civil.
Ya
en el Imperio la costumbre fue incrementándose, destaca Lucio Elio Sejano, militar
y político que realizó una conspiración fallida para derrocar al emperador
Tiberio, sucesor en el año 14 de César Augusto (el refundador de Zaragoza) La
condena implicaba la cancelación de su nombre de las lápidas, la demolición de
sus estatuas y la desfiguración de su perfil en las monedas. Nerón y Calígula (difamado post mortem por su tío Claudio, el de Robert Graves y aquella gran serie de la BBC) también
fueron objeto de Damnatio memoriae, solo nos ha llegado que eran locos y
tiranos. Los cambios en el poder no solían ser tranquilos (la democracia actual
en el mundo Occidental sería la excepción a lo largo de los miles de años de la
historia humana) el sucesor legitimaba su cargo denigrando al anterior. Lo que
entendemos por verdad es siempre cuestionable.
Uno
de los hechos más sangrantes de Damnatio
memoriae es el Descubrimiento de América, algo incuestionable, los navegantes
europeos alcanzaron el 12 de octubre de 1492 las costas de un continente (nuevo
para ellos, y para el legado cultural humano, también lo podrían haber hecho
los chinos, los japoneses, los indios, y con seguridad lo hicieran los vikingos
y los polinesios, y mucho antes los pueblos asiáticos por el estrecho de Bering
hace más de 15.000 años, pero no dejaron testimonio escrito) El caso es que
ese hecho incuestionable es para determinados manipuladores de opinión un
agravio, y utilizan la figura de Cristóbal Colón como objetivo a combatir, y
también la festividad del Día de la Raza, el Día de Colón o el Día de la
Hispanidad (denominación usada desde principios del siglo XX para celebrar el
evento) En Venezuela la rebautizaron como el Día de la Resistencia Indígena, en
Nicaragua el Día de la Resistencia Indígena, Negra y Popular.
Otro
ejemplo paradigmático es la Unión Soviética, León Trotski, uno de los líderes
de la revolución, desapareció de las fotos en 1940 (José Stalin lo mandó
asesinar) A la muerte del propio Stalin todo dejó de ser estalinista (pasaron a
llamarse marxistas-leninistas, en España todavía existen y viven en un chalet
de lujo) borraron el recuerdo de la crueldad y la pobreza demoliendo las
innumerables estatuas del dictador. Con la caída del Muro de Berlín en 1989, el
abandono del comunismo y la desintegración de la URSS, intentaron suprimir los
vestigios del pasado, hasta con leyes que prohibían la reconstitución de los
partidos comunistas y la exhibición de sus símbolos.
La
Guerra de Secesión o Guerra Civil estadounidense también es un ejemplo que
todavía sigue vivo y motivo de conflicto, aunque aconteció entre 1861 y 1865, los
hay que quieren suprimir todo lo relacionado con los Estados Confederados de
América (un país que solo existió durante la propia duración de la guerra) y los
hay que idolatran sus banderas como una significación política rebelde, también
los hay que entienden la historia como patrimonio, como cultura y folklore, en
donde resulta extraordinariamente complejo discernir quienes eran los buenos y
los malos.
La
derogación por el gobierno de Jorge Azcón dice en el preámbulo: “La Ley
14/2018, de 8 de noviembre, de memoria democrática de Aragón, impone un relato oficial.
Cualquier pretensión de crear una historia oficial vulnera las mencionadas
libertades públicas, puesto que al legislador no le corresponde construir un
relato histórico de ninguna época determinada. La memoria es algo subjetivo y
personal y no debe ser objeto de desarrollo legislativo. Cualquier hecho
histórico debe ser materia de estudio, investigación e interpretación, y las
Administraciones deben garantizar a los ciudadanos los medios y el libre acceso
a las fuentes para que, con plena libertad, se analice el pasado histórico sin
recibir consigna, censura o condicionamiento alguno.
En
la referida Ley se recoge, entre otras, la idealización extrema de la Segunda República, pretendiendo
enlazar este período convulso de nuestra historia con el modelo de democracia actual;
la condena de crímenes y atrocidades cometidas por un bando durante la guerra
civil, pero la
relativización de los cometidos por el otro, y la limitación de la definición
de “víctimas” a los que
sufrieron muerte y represión, por una parte, pero no por la otra. El
texto olvida y excluye de su ámbito de aplicación otros periodos, como el
período de la Segunda República (1931-1936), cuando es notorio que en aquel y
en otros periodos, la violencia política ejercida merecería su inclusión, a
modo de lección histórica. De este modo, el texto puede llegar a sembrar la
división y la confrontación entre los aragoneses sobre una tragedia fratricida
mediante la imposición de un relato ideológico de parte.
El
texto conlleva, en definitiva, una visión partidista de la historia, con la
reescritura de los hechos históricos incómodos o contradictorios para esa
visión de parte.
Por
todo ello es por lo que se hace necesaria la derogación de dicha Ley, lo que no
impedirá que las Administraciones Públicas faciliten a ciudadanos y
asociaciones la búsqueda, exhumación, documentación y honra a las víctimas de
la guerra o de la represión, cualquiera que fuera el bando en el que militaran,
su ideología o demás circunstancias personales.”
La
ley de Memoria Democrática presentada por el gobierno de Pedro Sánchez y aprobada por la Cortes españolas dice en su página 6: “La memoria de las
víctimas del golpe de Estado, la Guerra de España y la dictadura franquista, su
reconocimiento, reparación y dignificación, representan, por tanto, un inexcusable
deber moral en la vida política y es signo de la calidad de la democracia. La historia no puede construirse
desde el olvido y el silenciamiento de los vencidos. El conocimiento de
nuestro pasado reciente contribuye a asentar nuestra convivencia sobre bases
más firmes, protegiéndonos de repetir errores del pasado. La consolidación de nuestro
ordenamiento constitucional nos permite hoy afrontar la verdad y la justicia
sobre nuestro pasado. El
olvido no es opción para una democracia.”
La Ley que aprobó el gobierno de Javier Lambán, dice en la página 5: “Es imprescindible, en ese sentido, recordar y homenajear las vidas y las experiencias de aquellas personas que se esforzaron por conseguir y defender en Aragón un régimen democrático como el de la Segunda República española, a quienes sufrieron las consecuencias de la guerra civil, a las que padecieron castigo, persecución o muerte injustos a manos de la dictadura franquista por oponerse a la misma o ser sospechosas de ello, o por defender la democracia y la libertad. La Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura franquista, supuso un hito legislativo y un innegable avance en el reconocimiento moral y la reparación de aquellas personas que padecieron persecución o violencia por razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa.” En la página 6: “El recuerdo de las violaciones de los derechos humanos en Aragón se convierte en un acto de justicia y civilizador, de educación en valores y de erradicación del uso de la violencia como forma de imponer las ideas. Nuestra memoria democrática hunde sus raíces en el compromiso de muchas personas por participar y defender la legalidad democrática, la libertad y la justicia social, y en el sufrimiento injusto padecido por quienes fueron objeto de represión por parte del Estado franquista.
El
deber de memoria que implica la gestión de la memoria democrática comprende la
responsabilidad de los poderes públicos de Aragón de amparar el derecho subjetivo a buscar la
verdad de los hechos, de proteger a las víctimas que lo fueron por
comprometerse con la democracia, la libertad y la justicia social, y de
disponer de los medios suficientes para repararla. Eso ha de poder ser
compatible, del mismo modo, con el reconocimiento de las violaciones de los derechos
humanos que se dieron en Aragón en la zona republicana y el acceso a
derechos básicos e inalienables desde el punto de vista humanitario, como el de
exhumación e identificación por parte de descendientes de las personas
asesinadas. El hecho de
que aquellas víctimas fueran exaltadas por el franquismo no implica asumir tal reconocimiento
como válido ni legítimo.
El ejercicio de la profundización que la democracia moderna se propone en los
valores del respeto a la dignidad humana y la tolerancia solo puede realizarse
desde un impulso ético y desde la radicalidad democrática, por encima de
cualquier afinidad ideológica.”
Como colofón inserto, con el auto-concedido permiso del autor y de su periódico digital, un interesante artículo fechado el 19-04-2021 de César Cervera Moreno (Candelera -Ávila- 1988) licenciado en Periodismo, divulgador histórico de temas militares, redactor de ABC, creador de la web Una Pica en Flandes, y autor de Los Austrias. El imperio de los chiflados, Superhéroes del Imperio, Mitos y realidad de los hombres que forjaron España, los borbones y sus locuras, Soldados de la Historia de España. El texto que reproduzco lleva por titulo:
¿Fue la Segunda República una democracia plena? Los historiadores responden.
“Hace noventa años se proclamó una república democrática que, aunque carecía del aval de un referéndum o de unas elecciones legislativas (de hecho, en las municipales triunfaron las fuerzas monárquicas en número de concejales), vio aceptada su legitimidad por la mayor parte del espectro político. Los republicanos de izquierda, los socialistas y los radicales de centro impulsaron la llegada de la Segunda República, pero solo una minoría demostró un verdadero compromiso con las normas del sistema electoral parlamentario. Para el resto, la república no era tanto un sistema político como un programa de reformas culturales e institucionales para el cual era indispensable eliminar a los católicos y a los conservadores de cualquier influencia política. Un instrumento, un medio, pero no una meta. «La dificultad para asentar un régimen democrático en la España de los años 30 tuvo mucho que ver con el muy generalizado desprecio de los actores políticos hacia la cultura liberal del pacto», asegura el historiador Fernando del Rey en la obra colectiva 'Palabras como puños. La intransigencia política en la Segunda República española', donde ejerce como coordinador. «Actitudes como pactar y dialogar, fundamentales en cualquier sistema que aspire a proteger y amparar el pluralismo social y político, fueron denostadas como parte de otra época ya extinta», apunta este mismo autor.
La República no fue levantada por
algunos de sus actores protagonistas como una democracia tal y como la
entendemos hoy,
esto es, como la libre competencia de los partidos por el gobierno. «La Segunda República se
concibió como una ruptura política que debía instituir el dominio de los
partidos de la conjunción republicano-socialista presentes en el Gobierno
Provisional del 14 de abril de 1931, de modo que el sufragio universal
sólo sirviera para ratificar ese mando y no para cuestionarlo», señala el
historiador Roberto Villa, que resalta que el PSOE incluso veía la democracia como «la estación de
tránsito a otro régimen distinto, exclusivamente suyo. De ahí que casi
nadie aceptara nunca una derrota electoral». El pecado original de la Segunda
República nació con la propia constitución de 1931. Las Cortes constituyentes
estaban, en palabras de Alcalá-Zamora, «muy distanciadas de la efectiva y
serena representación nacional», de modo que redactaron una carta, de espaldas
a la mayoría católica, lejos de la ‘república de orden’, centrada, liberal y
burguesa que algunos habían imaginado. «La Constitución de 1931 debía haberse
convertido en el pilar sobre el que montar un nuevo sistema democrático que
superase de manera definitiva la España caciquil de la Restauración, que además
había sido apuntillada por la dictadura de Primo de Rivera. Aquella Carta Magna
con un claro sesgo hacia la izquierda contribuyó a crear una división que llegó
a su punto culminante con la aprobación del artículo 26 sobre la cuestión
religiosa y la inmediata dimisión de Alcalá-Zamora como presidente del Gobierno
Provisional», argumenta Javier Arjona, historiador, director del Aula de
Cultura de ABC y experto en la figura del presidente de la República.
El puntual retraimiento de
la derecha monárquica y católica en las elecciones constituyentes dio una
fotografía irreal de cuál era la voluntad popular en esas fechas. El 90% de los
escaños de las constituyentes que siguieron a la caída de la monarquía estaban
representados por políticos de la Conjunción Republicano-Socialista, que ni
siquiera incluían las demandas de gente tan indudablemente republicana como
Lerroux y Alcalá-Zamora. En solo dos años, la victoria de la CEDA y la gran
fuerza electoral de los republicanos de centro puso de manifiesto que la
Segunda República era mucho más diversa, y conservadora, de lo que su
constitución había establecido.
«El
diseño institucional tampoco respondía al principio de la división y el
equilibrio de poderes, pues otorgaba a la Cámara única, esto es, a una mayoría
parlamentaria coyuntural, un poder prácticamente soberano. Al menos, todo eso
nos sirvió para aprender en 1978», defiende el historiador Roberto Villa, autor
de ‘1917. El Estado catalán y el soviet español’ y ‘1936. Fraude y violencia en
las elecciones del Frente Popular’, ambos publicados por Espasa.
Si
bien el historiador Javier
Tusell definió este periodo político como una «democracia poco democrática»,
otros autores, como el también historiador Francisco Sánchez Pérez, reivindican
su éxito inicial como «un
régimen democrático de masas bastante avanzado para la época y de voluntad
modernizadora». Opinión muy pareja a la de Edward Malefakis, que afirma
en su libro 'La Segunda República española en perspectiva comparada' (Fundación
José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, 2014) que «a pesar de todos sus defectos
–que fueron múltiples–, la
República de abril de 1931 estuvo envuelta en una nobleza que la hizo
excepcional tanto en su tiempo como en el conjunto de la historia de España y
Europa». Aunque
muchas de las políticas aprobadas se quedaron en el campo de lo declarativo y,
en muchos casos, fueron limitadas o eliminadas en los distintos bienios, no se pueden olvidar los
numerosos avances sociales y culturales que de la mano republicana
transformaron por completo España, entre ellos la extensión del sufragio a las mujeres,
las reformas sociales, la ampliación
de los derechos ciudadanos a las capas populares, la política educativa,
aunque por el camino se descuidara algo tan básico para estabilizar una
democracia como el respeto por el pluralismo político y la alternancia entre
distintas fuerzas. «Fue la primera democracia de la
historia de España con sus aciertos
(la renuncia a la guerra como instrumento de la política nacional, la reforma
educativa, el gran impulso cultural, la política social del primer Bienio
republicano...), y sus errores (constitucionalizar el problema religioso, poner en marcha una reforma
agraria sin fondos para las correspondientes indemnizaciones, no saber
explicar a los militares la imperiosa necesidad de la reforma del ejército que
se emprendió...)», expone Alberto Reig Tapia, catedrático de la Universidad
Rovira i Virgili con motivo del 90 aniversario de la proclamación. Este
historiador, además, recuerda que «la democracia actual no surge ex nihilo y
sus orígenes y fuentes de inspiración no pueden ser otros que la experiencia
democrática precedente: la Segunda República».
Roberto
Muñoz Bolaños, por su parte, defiende en 'Las conspiraciones del 36: Militares
y civiles contra el Frente Popular' que se trató de «una democracia sin demócratas» donde, en
mayor o menor medida, la
mayoría de líderes políticos conspiraron contra el régimen en algún momento.
Tanto la derecha como la izquierda y, en general, las diferentes opciones
políticas, consideraban la fuerza como una alternativa aceptable al sufragio. La posesión de pistolas entre
parlamentarios era parte del paisaje y los disparos en las calles algo
cotidiano.
«La
verdad es que fue una constante de todo el periodo, desde 1931 hasta 1936, que
en general se va agravando año a año. Sencillamente, en ese quinquenio,
determinados sectores políticos de la extrema izquierda y la extrema derecha, pero especialmente la
extrema izquierda, y ahí están los números para ratificarlo de manera
abrumadora, pensaban que la
violencia era un instrumento útil y legítimo de cambio político para
imponer su modelo de sociedad privativo y, desde luego, para evitar la
consolidación de sus adversarios políticos en el poder», argumenta Roberto Villa.
Entre 1930 y 1936 hubo
nada menos que siete sublevaciones: 3 de ellas anarquistas, 2
republicano-socialistas y 2 de militares de derechas
Otras
democracias europeas, que, como la italiana, la checa o la alemana, también
sufrieron tensiones similares en un periodo que ha sido denominado como ‘la década del odio’. «La
violencia política no fue en absoluto una excepción española, sino un signo más
de aquellos agitados tiempos en que el surgimiento del fascismo y el comunismo
se disponían a arrasar los regímenes demoliberales de la época», apunta Reig
Tapia , que, eso sí, advierte que la violencia nunca surge por generación
espontánea: «La crisis de las democracias 'decadentes', 'inoperantes',
'burguesas', según la rechazaban unos y otros, se solventó en Europa con el triunfo y reforzamiento del
sistema liberal democrático tras el triunfo de las mismas en la II Guerra
Mundial..., salvo en España, que fue ignominiosamente abandonada a su suerte».
SALVAR EL ESTADO DE DERECHO EN ESPAÑA - SAVE SPANISH RULE OF LAW.
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