El
Gobierno de España del PSOE la acaba de recurrir ante el TC, sumándose a PP y C’s (los mismos que defienden a UBER Y CABIFY frente a los taxistas,
es decir los mismos que defienden la explotación laboral y los paraísos fiscales
frente a 65.000 autónomos que cumplen la ley y pagan impuestos en España)
Esta
ley se aprobó por iniciativa de CHUNTA ARAGONESISTA (partido político al que
pertenecí casi desde su fundación y durante los 25 años siguientes) Se votó en Las Cortes
de Aragón en junio de 2018, y, en resumen, es una ley que reafirma lo
obvio.
Como
tantos otros asuntos –de mayor importancia- la noticia pasó sin pena ni
gloria por los medios y en las inquietudes de la ciudadanía, solo la amenaza de
un recurso ante el Tribunal Constitucional fue capaz de producir cierto
revuelo. Además de CHA, en las Cortés de Aragón votaron a favor de su aprobación: PAR, el PSOE aragonés, el PODEMOS e IU; una mayoría
que representan el 62 % de los votantes aragoneses, pero no los 2/3 de las
Cortés de Aragón.
En
principio diré que esta ley no es una ley cualquiera, es nada menos que un intento
de lavado de cara del Estatuto de Autonomía de Aragón de 1982, que se modificó en
1994, y posteriormente en 1996, y después –de nuevo- en 2007; en realidad es un
pequeño lifting que se salta el
propio Estatuto y su Artículo 115 sobre el Procedimiento de Reforma, donde
exige una mayoría de 2/3 de la cámara y la aprobación de las Cortes Generales
mediante ley orgánica. A su vez se basa en el artículo 45, que habla de la Promulgación
y publicación de las leyes, un artículo formalista que abre la puerta a la aprobación
de lo que te dé la gana, siempre y cuando sea en nombre del rey, y el
Presidente ordene su publicación en el «boletín oficial de Aragón» y el «boletín
oficial del Estado», amén.
La
ley reafirma dos hechos evidentes: Todos somos iguales ante la ley, y todos
queremos ser iguales ante la ley, ¿puede alguien predicar lo contrario?, respuesta:
Sí, los supremacistas catalanes y vascos. El otro hecho evidente es que Aragón
es una nacionalidad histórica (una nación) ¿pero, qué puñetas es una nación?
¿Acaso
Cataluña y el País Vasco son una nación y Aragón no lo es? ¿Y Castilla tampoco
es una nación?
El
concepto de nación se argumentó, argumenta y argumentará en cientos de
criterios, la mayoría dependientes del momento en el que se plantea la cuestión.
El concepto “nación” ha variado con el tiempo, y el actual poco tiene que ver
con el del siglo XIX, y menos con el XVI. Por supuesto perduran los componentes
étnicos, religiosos, lingüísticos, territoriales, o el capricho de la fortuna de
la historia, o de los intereses de los que ejercían el poder en un preciso
instante. Otra cuestión es el enfoque como "organización política", y entonces es
plausible razonar que una “nación histórica” solo lo será, si ha sido con
anterioridad un Estado
legitimado e independiente a lo largo del tiempo, y esto ni lo cumple
Cataluña, ni el País Vasco, ni Galicia, y sin duda lo cumplen Aragón y
Castilla.
La
voluntad de querer ser una “nación” no es suficiente. Hitler y Mussolini erigieron
“naciones” idealizadas por fanáticos, y luego resultaron totalitarios y asesinos,
y habían llegaron al poder por las urnas, no con golpes de estado, ni soliviantando
las leyes. La democracia en regímenes tipo “Familia Pujol” condiciona los comportamientos
individuales, el llamado adoctrinamiento, la propaganda de Joseph Goebbels.
Es comprensible que las legitimaciones no sean exiguas mayorías en parlamentos supeditados a leyes electorales que favorecen intereses
adulterados.
Los
“derechos históricos” de Aragón, y su posesión por “el pueblo aragonés”, aunque
se cimentaran en la “voluntad de ser”, se retrotraen al derecho medieval, y por
supuesto desde una visión del mundo de 2019, no se pueden anteponer como
material legal por el simple hecho de ser anteriores a la revolución
americana, o a la francesa, a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, a
todas las Constituciones Españolas, desde la de José I, fruto de la revolución
francesa, siguiendo la de Cádiz, y llegando a la de 1978, que como
resultado propició el mismo Estatuto de Autonomía de Aragón, y con posterioridad toda
la legislación de la Unión Europea.
Aun
así, es insultante que Pedro Sánchez, Casado, Rivera, o Arrimadas y su marido
trabajando para UBER, recurran el derecho de Aragón a participar de forma
preeminente en la dirección y la gestión del Archivo de la Corona de Aragón, ¿Qué
votante de derechas o izquierdas en Aragón puede defender esto?
La
Constitución Española de 1978 fue un producto de lo factible en un preciso
momento de la historia, y, como cualquier creación humana, tiene errores
evidentes. Uno de ellos es el de diferenciar a tres comunidades autónomas del
resto, inventarse la partición de Castilla, reconocer los derechos forales
de Navarra y Alava, que también reconocía el franquismo, y ampliarlos a Vizcaya
y Guipúzcoa, cuando por el mismo criterio se podrían haber reconocido a Aragón,
Cataluña, Valencia y Baleares. Claro que, también fue un error el golpe de estado de 1936, la revolución
anarco-sindicalista del mismo año, la proclamación de una república
después de unas elecciones municipales, fue un error la gestión de Alfonso
XIII, fue un error la Dictadura de Primo de Rivera, fue un error el Colonialismo, fue un error el 98, fue un error el Carlismo, fue un error lo de
“Constitución o muerte”, fue un error la restitución absolutista de Fernando VII,
fue un error la Ilustración, fue un error El Siglo de Oro, el matrimonio de
Fernando e Isabel, la conquista de América, la toma de Zaragoza por Alfonso el
Batallador, la Caída del Imperio Romano, el advenimiento de la agricultura en
el Creciente Fértil, la salida de África, bajarnos de los árboles, la extinción de los dinosaurios, la Explosión Cámbrica, la Mecánica Cuántica y el Big Bang.
La
Ley de Actualización de los Derechos Históricos de Aragón también tiene errores
y algunos de bulto ¿Quién puede considerar a Palafox poco menos que un
nacionalista aragonés? Palafox fue un banderizo de Fernando
VII, que propicio un golpe de estado contra la legitimidad, y llevó a la ciudad de Zaragoza hasta el suicidio. Palafox convocó a las Cortes de Aragón buscando su propio beneficio y de sus amigos meapilas, era un ultramontano, un pésimo militar falto de valor.