... y estábamos indignados. Hoy, catorce años después, seguimos indignados por lo mismo y además por el sanchismo, la corrupción, el intento por destruir la separación de poderes, el clientelismo familiar, telediarios nivel NODO, el blanqueamiento de mafiosos y asesinos, la mentira como estrategia, los votos por prebendas, el indulto a los golpistas, el fin justificando los medios, la recurrencia sintomática al pasado, crear una verdad relatada a conveniencia, la prepotencia, la nula modestia, la falta de capacidad, el peloteo, el sectarismo, el insulto, el fracaso económico, el paro imperturbable, la deuda desproporcionada, los amigos escasamente demócratas, la fontanería, la cárcel de Soto del Real, determinadas empresas siempre favorecidas, los cientos de asesores pagados por nosotros, la indignación atenuada por las organizaciones "sociales", y una retahíla de motivos que generan cabreo y vergüenza ajena. En resumen, hoy, catorce años después, toda esa amalgama se perpetúa en la Moncloa.
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