viernes, 27 de noviembre de 2009

MUNIESA Y LA HONOR DE HUESA. Historia común.


Un libro de Mª Isabel Lorenzo Magallón y Guillermo Iturbe Polo.
Prólogo de Pilar Moreno Rodríguez “Miguel de Molinos, en el siglo XXI”
Edita: Centro de Estudios Miguel de Molinos (CEMO) 2009

“Todas estas poblaciones del II milenio antes de Cristo presentan, en su mayor parte, un sistema agrícola- ganadero de subsistencia con cultivos diversos y un aprovechamiento de las especies domésticas, no sólo en función de su consumo sino como elemento de trabajo y de aprovechamiento de elementos secundarios como lana, leche y derivados. Al mismo tiempo se adoptan innovaciones como el arado, la rueda y el carro, mejorando con ello la agricultura que adquiere gran diversidad. Todo ello se complementa con la caza y recolección esporádica, a la vez que aparece un pujante comercio que nos permite averiguar los contactos con culturas cercanas. En suma, asistimos al nacimiento de un modelo económico que, perfeccionado en el mundo ibérico y con leves modificaciones romano-islámicas, perdurará en la cultura tradicional hasta pleno siglo XX.”

“Al leer los documentos bajomedievales la sensación de actualidad es tremenda. Los mismos topónimos, los mismos apellidos, la misma vida que en época de nuestros abuelos.”

“Libertad para que cada ganadero lleve las cabezas de lanar que desee y 151 cabras en los rebaños.” (Concesión de Juan II de Aragón El Grande -Medina del Campo, Castilla, 29 de junio de 1398_ Barcelona, Corona de Aragón, 20 de enero de 1479- al Común de Huesa)
“Ningún habitante del Común de Huesa puede ser preso ni sentenciado sin ser oído y sin respuesta de parte.” (Dado en Belchite a 5 de Febrero de 1423)
“Ninguna calumnia puede ser levantada si no es por decisión de Juez.” (Sentencia de Miguel de Capilla dada en Zaragoza en 1429)
“Normativa de penas de caza” (Común de Huesa en 1429)

“En el protocolo notarial de Andrés Aranguren de 1545 aparece un testamento que habla de la torre nueva de Muniesa lo que certifica su construcción actual en el XVI, posiblemente hacia 1540

En 1525 Carlos I ordenó el bautismo o la expulsión. A diferencia de los judios, 30 años antes, casi todos pasaron por la pila y a ser denominados moriscos. En teoría cristianos, pero en realidad poco varió en su modo de vida, salvo por la desaparición de la aljama y de la mezquita.”
“Felipe II(en Aragón Felipe I -Nota de alasombradelasabina) urge nuevas medidas de bautismo en 1559. En 1575 se da orden de desarmar a los moriscos y, por fin, el 4 de Abril de 1609, reinando Felipe III (II en Aragón -Nota de alasombradelasabina) se produce el decreto de expulsión. En Aragón se lleva a efecto el 17 de Abril de 1610 y se realiza en verano por el Pirineo y el puerto de Los Alfaques. Suponían el 20% de la población de Aragón. Mediana, Codo, Gea, La Puebla de Híjar y Urrea de Gaén quedan casi desiertos. Otras poblaciones como Huesa sufrieron un gravísimo quebranto. En total salen 70.545 personas.”
“La ruta 13 reunió en Huesa a unas 650 personas de Letux….725 de Lagata…615 de Huesa que dejaron 123 casas. Desde Huesa esta ruta fue a Andorra.”
Huesa queda reducida a menos de la mitad de sus habitantes.”
“Como villa de realengo los bienes de las 123 casas de los moriscos de Huesa fueron incautados por la Monarquía (casas, tierras, pajares, tiendas, ollerías…)….Los bienes de los moriscos de Borja y Tarazona valían más de 90.000 libras, los de Zaragoza 68.454, pero los de Huesa no eran nada despreciables…..40.646 libras.”
“La mayor parte de los bienes de Huesa fueron a parar a las guarniciones de militares que Felipe II (en Aragón Felipe I) había traído en 1591, para sofocar la rebelión de Aragón, acaecida por los sucesos del Justicia Juan de Lanuza, instaladas en el Pirineo y la Aljafería, y que tenían varias pagas atrasadas.”

“Que el que lance bellufa dentro del muro y en la balsa en ta aqua y del Reguero para alla que si es trobado haya un sueldo jaqués de pena” (Nota de alasombradelasabina: una de las ordenanzas que recogen los autores del año 1470 en Muniesa, en el texto original entrecomillan la expresión “en ta aqua”, no es castellano antiguo escrito por los notarios, es lengua aragonesa del siglo XV que se les escapa)

Me gustaría hacer una reflexión en voz alta, para que conste en el mundo digital, para que Internet lo sepa: ¡Quiero saber de donde vengo!, necesito conocer mis orígenes. Pienso que es una conclusión evidente destripando un poco el blog
Después de leer este libro, con avidez y pasión, puedo deciros que he encontrado unas cuantas respuestas, por ello doy las gracias a los autores: Isabel Lorenzo y Guillermo Iturbe. Un exhaustivo y meticuloso trabajo de investigación; supongo que cuantiosas horas de buscar agujas en pajares; de desenmarañar grafías ilegibles, de clasificar, esclarecer, traducir; sin duda ha merecido la pena. También quiero participar el reconocimiento al C.E.M.O., me congratulo y me siento orgulloso de su creación.
No quiero olvidar en el capitulo de agradecimientos a la autora del prologo: Pilar Moreno. Siempre me sentí atraído por la figura de Miguel de Molinos, primero por ser de Muniesa, segundo por pertenecer a la heterodoxia, y tercero por ser uno de esos personajes que en Aragón suelen caer en el olvido institucional por desidia y simpleza.
MUNIESA Y LA HONOR DE HUESA es un texto científico y cientifista en el buen sentido; no es una historia novelada, ni una entelequia literaria que busca endulzar al neófito. Los subrayados que os hago sólo pretenden estimular su lectura, no son ni resumen ni criterio a seguir, simplemente intentan destacar lo que los medios al uso nunca destacan. Es mi forma de saludar y corresponder a los autores su trabajo; destaco textos que me resulta agradables de leer, que me impactan sobremanera o que defienden tesis con las que comulgo a diario. Es una invitación a conocer el pasado de un pueblo: Muniesa; y las gentes que nos precedieron, las que nos dieron la vida.

En un post anterior titulado: “MUNIESA, ARAGÓN. Patrimonio, historia y arte” intenté defender la hipótesis que cataloga a la PARED DE LOS MOROS como una presa romana del siglo III, equiparable a la de Almonacid de la Cuba, Muel y otras del entorno. Esta no es la tesis de los autores de MUNIESA Y LA HONOR DE HUESA, que abogan por datarla más recientemente, y es por ello que reproduzco íntegramente el texto al que se hace referencia (también aparece en www.muniesa.org.)
LA PRESA ROMANA DE ALMONACID DE LA CUBA Y OTROS APROVECHAMIENTOS ANTIGUOS EN EL RÍO AGUASVIVAS. Autores: Miguel Arenillas Parra, J. Iñigo Hereza Domínguez, Fernando Jaime Dillet, Carmen Díaz-Guerra Jaén, Rafael Cortés Gimeno. Revista de Obras Públicas/ Julio-Agosto 1995 nº 3345.
“…se emplaza en el arroyo Farlán, afluyente derecho del Aguasvivas, sobre el límite de términos entre Muniesa y Plou, circunstancia que puede indicar un origen muy antiguo. La presa formaba inicialmente un embalse de unos 150.000 m3 (0.15 Hm3) de capacidad; en la actualidad tiene un gran boquete en su sector central, en coincidencia con la zona más profunda de la cerrada. No quedan prácticamente restos de depósitos o rellenos en al zona de embalse, que han debido ser arrastrados por las aguas a partir de la rotura de la presa.
La estructura es de planta irregular, adaptada a la topografía del valle y a la disposición del afloramiento de calizas jurásicas en el que se apoya. Tiene casi 8 metros y medio de altura máxima y una longitud en coronación del orden de los 70 metros. Por su tipología la obra es de época romana: un único muro de casi 3 metros de espesor, constituido por 2 paramentos de mampostería recibida con mortero de cal y un núcleo de calicanto. Los paramentos –de 1,10 m de anchura cada uno- están construidos con mampuestos de caliza de la zona, ligeramente trabajados, que se disponen en 2 paños; los exteriores se ordenan según hiladas muy continuas (opus vittatum) aunque desiguales y de aparejo poco cuidado. El calicanto del núcleo (opus caementicium) alcanza los 70 cm de espesor.
La presa tiene una toma en cada margen, constituidas en ambos casos por sistemas de torre y galería. Las torres se adosaban aguas arriba al núcleo de calicanto de la estructura y debían estar construidas con muros de sillería –hoy desparecidos-, pues en el calicanto se conservan huellas de los sillares. En la parte baja de cada torre se inician las galerías –de sección rectangular rematada en arco de medio punto-, que se prolongan aguas debajo de la presa. La de margen izquierda –trazada a más de 3 metros sobre el cauce- conserva su estructura a lo largo de unos 5 metros y está parcialmente aterrada; la otra galería, situada casi 3 metros por encima de la anterior, se ha perdido en algunos sectores y en otros sólo se mantienen los hastíales. Restos de ambas conducciones se pueden observar hacia aguas abajo a lo largo del afloramiento de calizas que forma la cerrada, donde hay tramos excavados en al roca; al entrar en terrenos menos competentes se pierden definitivamente.
Las aguas de este embalse pudieron utilizarse para el abastecimiento de un núcleo urbano o alguna villa, de los que no quedan referencias; también se pudieron aplicar al regadío de algunas tierras que hoy pertenecen al término de Muniesa.”

Desde el humilde entender de un simple aficionado a la historia, a la tradición y al mundo rural, pienso que la tesis de Miguel Arenillas parece más ajustada a lo que pudo ser. Resulta un tanto extraño que un territorio poblado en el Paleolítico en la Cueva de Eudoviges; que en el Neolítico sus moradores criaban cabras y pintaban paredes; que sabemos habitaron Gamonar y Aguas pelujas; y en la Edad del Bronce el Río Seco; y después las tribus de Iberos o Celtas vivieron en las Torrazas y el Corral de Gorrete, pasase a un despoblamiento absoluto hasta la llegada de los colonizadores islámicos en el siglo VIII, que por cierto numéricamente fueron muy pocos. También creo que Muniesa ocupaba ya entonces una situación de cruce de caminos entre el llano y la sierra y entre Contrebia Belaisca y el levante. Es evidente que no hay pruebas materiales de los “bachanos” de la época romana y que los propios materiales de la presa no catalogan por si sola la fecha de construcción. La obra no presenta un acabado similar a otros restos arquitectónicos del Imperio, no es piedra canteada, es un trabajo, digamos, más tosco, más práctico. También parece evidente que no se ha realizado ningún sondeo arqueológico en La Pared, ni calibración de restos orgánicos con Carbono 14 y análisis polínicos para conocer algo de la climatología del momento. Hay que recordar que la presa de Almonacid de la Cuba fue siempre considerada obra de moros, como otras muchas cosas mal datadas y de nula historiografía.
Pego plano y fotografía del SITAR para poder apreciar mejor la ubicación. Al sur de la Pared de los Moros se ven las Torrazas (unos montes de 870 m) ya en el término de Plou, entre cuyas laderas pasa el Reguero Farlán y la antigua vía del Tren de Utrillas ¿por qué no construyeron aquí el muro? ¿Había, entonces, una corriente continua de agua o simplemente buscaban conservar las avenidas de las tormentas? En la imagen inferior se aprecia la colmatación total del vaso, y el aprovechamiento posterior mediante una balsa de la escorrentía natural. Es evidente que el paisaje ha cambiado desde que se construyo la presa, el cauce casi ha desaparecido y la erosión ha reducido las pendientes. Pero la distancia entre la Pared de los Moros y el núcleo urbano de Muniesa debe continuar siendo la misma unos 1.8 Kilómetros, aparentes para el aprovechamiento agrícola.
Tradicionalmente se ha entendido como la zona más antigua de Muniesa al barrio del Fondón, que es el más cercano al cauce. Bien pudiera ser que se asentase sobre los restos arqueológicos que buscamos como prueba. Imagino el Fondón, no mucho más que un villorrio durante siglos, una simple venta, unos “mases” al lado del camino hacía el Aguasvivas. Con unas tierras frescas para el trigo, con montes verdes para “apajentar”; en el barranco entre las aguas del Reguero y lo que baja del Cabezo San Blas y de la Facera, viendo pasar la vida poco a poco, sin prisa, solo pesando en mañana, sin creer en nada, sin salir en papeles ni en lápidas, sin importar a casi nadie, hasta que crecen y crecen las gentes y un día, no se cómo ni porqué, levantan una soberbia torre mudéjar y saltas a la historia.