jueves, 23 de abril de 2020

El Covid-19 morirá ante la belleza de una canción: "Acuérdate de mí", de JOAQUÍN CARBONELL



La indolencia, el hastío, el total abandono, 
todos los verbos viejos saldrán en tu auxilio,
una flor en la acera, 
una canción sin tono,
será como un desahucio,
será como un suicidio.

No se mueve una hoja,
en la espera del cosmos,
mientras alguien se besa,
un niño va a la guerra,
amar en ensuciarse,
hasta sellar con plomo,
las heridas que gritan,
cada vez que se cierran.

Encontré en lo más hondo,
el deseo sin freno,
una prisa más torpe que la sed del viajante,
me dejaste subir,
desde el sur a tu seno,
y me perdí camino de una boca ambulante.

Y era la madrugada,
y aún quería soñarte,
se escapan las estrellas,
que volcaron su lumbre,
volverán las miradas,
que no quise cobrarte,
no me olvides princesa,
cuando esto se derrumbe.

Serás la favorita,
una novia sin boda,
los bancos nos invitan a sentar la cabeza,
la pasión se derrite,
el blues no está de moda,
quedate en mis heridas,
curame la tristeza.

No serás la señora,
de un reino almidonado,
no podré regalarte las flores de la dula,
solo poseo un verso,
torpemente rimado,
un pasado perdido, 
una fruta madura.

Era la madrugada,
y aún quería soñarte,
se escapan las estrellas,
que volcaron su lumbre,
volverán las miradas,
que no quise cobrarte,
no me olvides princesa,
cuando esto se derrumbe.

Era la madrugada,
y aún quería soñarte,
se escapan las estrellas,
que volcaron su lumbre,
volverán las miradas,
que no quise cobrarte,
no me olvides princesa,
cuando esto se derrumbe.

No me olvides princesa,
cuando esto se derrumbe.

No me olvides princesa,
cuando esto se derrumbe.