domingo, 27 de abril de 2008

¿Philips o Gillette?


      Lo pensaba un día cuando me afeitaba. No por un entusiasmo ecologista desaforado. Ni mucho menos por una autoinculpación de los males de la especie y del planeta. Simplemente la cuestión radicaba en que no sabia la respuesta. Mi habitual depilado cutáneo -mi emulación de Adonis- se convirtió en un escrutinio de razones a favor de Gillette o Philips. La maquinilla eléctrica versus la maquinilla manual. Las cuchillas giratorias contra la Mach3. El seco y pulcro rasurado frente a los pelos de la brocha y el jabón. De ninguna técnica en especial fui apólogo, mis únicos intereses sólo los movían la vagancia y las prisas. Tampoco era intención sopesar el coste de ambos sistemas intentando menguar mi sufrido erario; simplemente porque no entendía que el montante compensase el esfuerzo matemático. De hecho yo usaba una eléctrica hasta que se rompió el invento y retorne cabizbajo a la espuma de La Toja como el pobre imberbe que fui a los quince. La curiosidad radicaba en el hecho del puro saber, vamos física teórica en el lavabo. A la simple pregunta: ¿Qué es más barato medioambientalmente? No le encontraba una solución coherente. En principio creía que el empleo de hojas de afeitar, por ser un acto más primitivo y artesano, implicaba un menor coste energético y de afección, pero luego pensé en la fabricación de una cuchilla de acero inoxidable y en su limitado tiempo de servicio. La alternativa más moderna de maquinillas tipo BIC de usar y tirar, aunque reducían el tamaño del filo metálico, aumentaban el desperdicio de la base de plástico. Todo esto sin contar con el consumo de agua, jabón y brocha. Entonces la opción contraria me pareció paradójicamente mejor. La afeitadora eléctrica trabaja en seco y sólo produce desechos orgánicos absolutamente reciclables. Y dependiendo de la calidad del producto el tiempo de uso es considerable. Claro que también consume electricidad, de la que en general desconocemos su procedencia. Igualmente debemos contar que es la fabricación de un aparato sofisticado, e implica la construcción de motores bobinados de cobre, carcasas de plásticos, cuchillas, cables etc... Muchos elementos complejos que nos retrotraen en una cadena de filiales y proveedores hasta el elaborador de la materia prima, del que por supuesto desconocemos todo. Con matemáticas de bachillerato sobra para resolver estos cálculos, son fáciles ecuaciones y sumatorios. Pero no hablamos de resolver un coste valorable en unidades monetarias, hablamos de comparar el coste de dos sistemas y averiguar cual de ellos es menos pernicioso para el Medio Ambiente. Llegamos a la necesidad de datos, de enumerar hasta la última variable implicada, de contrastar la más pequeña alteración en el espacio y en el tiempo pasado y futuro, y aquí me pierdo, y me rindo. 
      Cada época de la historia humana se ve como la mejor que ha existido nunca. Cada generación humana se cree que supera con creces la anterior y ve con desprecio la vida común de la pasada. Esta creencia debe de ser inherente a la especie, o al menos es sospechosamente repetitiva. En el lapso vital que nos tocó son evidentes los logros; el futuro no negará nuestros avances tecnológicos, y los comparará positivamente con la aparición del Neolítico. Y como nada pierdo si me equivoco, auguro que también seremos recordados por nuestro nivel de DERROCHE ENERGÉTICO.
    El origen del universo, el inicio de la vida, el motivo de la existencia de una consciencia que se pregunte por ello. Es el reto de los siglos venideros, son las cuestiones fundamentales que nunca conoceremos. Los tres dilemas. Los temas transcendentes de verdad. Nuestra generación ha sido capaz de llegar a este compendio; y a una cuarta pregunta, tan importante como las tres anteriores o más, seguramente más. Porqué si no se responde antes a esta, las otras tres jamás se responderán. Implicaciones filosóficas inquietantes, los científicos intentan vislumbran la solución. Es el comienzo del intento; de entrever, averiguar cómo es el FUNCIONAMIENTO DEL PLANETA TIERRA y la armonía que favorece la existencia de vida y consciencia en él. El derroche será nuestro legado, y los problemas sin resolver. Antes de ayer estábamos cazando animales salvajes y recogiendo bayas, ayer comenzamos a cultivar la tierra y manipular las plantas y el ganado. Hoy podemos variar el paisaje a capricho, influir en el equilibrio de la biosfera y hasta destruir el globo. Nuestro legado genético no ha tenido tiempo de cerciorase del cambio producido y continúa funcionando para su propósito: sobrevivir. Y no está equivocado, no puede estarlo, sería un sin sentido. Y es que los genes no preveen el futuro, no trabajan con plazos largos. Saben que para comer mañana hay que comer hoy, pero se les escapa lo que comerán sus hijos o sus nietos. A la sociedad humana –a la occidental que es la mía- muchas veces parece que sólo la muevan los genes, parece que las neuronas son simples observadoras imparciales. Parece que abogan por el siguiente planteamiento: “aunque gaste mucho no importa porque gano también mucho” Es el derroche. La poca eficacia en los sistemas; el mal uso; la inutilidad de los responsables; el inadecuado diseño; no saber si es mejor Philips o Gillette. Léase, también, inundar valles; léase no reciclar la basura; léase cargarse los bosques; léase trasvasar agua donde se malgasta; léase que unos humanos exploten a otros, léase mentir a la población; léase traicionar a los crédulos; léase mejor no afeitarse y dejarse barba.

Otro tributo al 8º arte

"Eres un esclavo, Neo. Igual que los demás naciste en cautiverio. Estás atrapado en una prisión que no puedes ver ni tocar. Una prisión para tu mente. Por desgracia no se puede explicar lo que es Matrix hasta verla con tus propios ojos."
"Calla y escucha. Sé por qué estás aquí Neo, sé lo que estás haciendo, sé por qué apenas duermes, por qué vives solo y por qué noche tras noche te sientas ante tu ordenador."
"Señor Marks, por orden de la División Precrimen del distrito de Columbia le detengo por el futuro asesinato de Sarah Marks y Donald Dubin que iba a suceder hoy." “La imaginación es lo único que nos diferencia de todos esos estúpidos” Antonio Hernández Palacios, Víctor de la Fuente, Miguelanxo Pardo, Alex Raymond, François Bourgeon, André Franquin, Will Eisner, y muchos, muchos más.
El comic parte de la libertad de expresión, el comic y la belleza poética, el comic en busca de la verdad, el comic olvidado por las mentes preclaras, el comic denostado por la máquina del poder.

El agua en Aragón: El enigma sin fin (I)


Los pueblos del secano se deshabitan, los pueblos del regadío se mantienen o crecen. No es una hipótesis, es un axioma. Estamos en Aragón, un viejo país donde los haya; donde la historia se acaricia si quieres buscarla. Donde el tiempo parió muchas divisiones y status, muchas baylías y honores, muchas comunes y partidos, provincias, regiones, redoladas, comarcas; donde hoy podemos simplificar en extremo: la ciudad o el medio rural. Sin duda la batalla la ganó hace tiempo la metrópolis del comercio y la industria; sin remedio. En el mundo rural aragonés el sustento fue y es la agricultura, de pura y dura subsistencia hasta la década de los 60. Después vino la producción a destajo, la competencia y la globalización. Y en esta guerra económica y de autodefensa, los pueblos que disponen de agua para regar se salvan de la quema; aún pueden transformar los frutos y con la mejora de las comunicaciones alcanzar una calidad de vida aceptable. Los núcleos de la montaña, consumada la sangría, optan por alternativas enfocadas al sector terciario, que remedio; pero ¿y dónde todo depende del cielo? Amplios territorios de la tierra llana, de las Cinco Villas o Monegros; del Campo de Belchite y Cariñena; en el Bajo Aragón junto al Bajo Martín y el Baix Cinca; también en Caspe, y en las viñas del Campo de Borja y Valdejalón; por el Matarranya o la Sierra de Arcos; y sin olvidar la Plana de Uesca y la Comarca de Zaragoza (o como se llame cuando la hagan) En grandes porciones del país no saben lo que es un riego por goteo, un pívot, un bombeo, ni siquiera una acequia. Campos de secano en las márgenes del Ebro. Distancias ridículas para la tecnología actual; elevaciones irrisorias. La gravedad es vencida por el hombre del siglo XX, pero continúa existiendo la huerta contra el monte. Tierras de labor arrancadas a la sabina y a la coscoja, al pino carrasco y el enebro hace generaciones y generaciones, tantas que nadie recuerda el paisaje anterior. Hay que salvar la Retuerta de Pina, la Sierra Alcubierre, el Vedado de Peñaflor, los Montes de Zuera y más y más…. y al hombre rural también. ¿Quiénes son los culpables? En el mes de Marzo de 2008 el Ebro llegó a bajar con más de 1500 m3/sg y sin embargo los pantanos estaban vacíos. ¿Cómo se entiende? El Grado tiene 190 Hm3 que no se pueden usar, Barasona se llena de lodo y se tapona, ¿no conjugan la palabra mantenimiento? ¿No saben que se dragan los puertos? El Val acabado y no se utiliza porque falta la tubería, Itoiz igual, La Loteta con problemas eternos, Montearagón algún año se acabara, Mularroya etc... Para “A la sombra de la Sabina” el más fragante despropósito de la política hidráulica aragonesa es el Canal Imperial, una obra que tardó más de doscientos años en concluirse (realmente aún no está acabada) y que otros doscientos años después se declara B.I.C. (Bien de interés cultural) porque está igual, ¡en 200 no se han gastado un duro en mejorarlo¡¡Sí Pignatelli levantara la cabeza¡