Una novela de Manuel Mugica Lainez, con seguridad uno de los grandes (Buenos Aires, 11-09-1910/La Cumbre, 21-04-1984) escritor y periodista argentino.
Una novela entre la novela histórica ostentosa y novela literaria sublime, por encima de casi cualquier otra ambientada en la Italia (aunque no existiera Italia) del siglo XVI, o el mundo del siglo XVI, o de cualquier otro siglo o mundo.BOMARZO fue publicada en 1962, tras tres años de trabajo del escritor que se evidencian pronto en sus páginas. La obra es una biografía novelada de Pier Francesco Orsini, también conocido como Vicino Orsini (Roma, 4-07-1523/Bomarzo, 28-01-1585) heredero del título de duque de Bomarzo (provincia de Viterbo en la región de Lacio, no muy lejos de Roma) La familia Orsini fue una de las más insignes y poderosas de la época, eran condottieros (mercenarios, señores de la guerra) y también mecenas de las artes. Mugica narra con maestría el drama de la vida de Vicino, y la construcción del Bosque de los monstruos de Bomarzo (su inspiración, también para Salvador Dalí)
105.-
Percibí entonces con claridad algo que ya había advertido en mi soledad romana,
o sea que lo que para unos está mal para otros está bien y los bandos proceden,
en su rechazo o en su aprobación, con igual sinceridad y vehemencia, de manera que
la justica pura escapa a las decisiones humanas, gobernadas por normas
preestablecidas pero dirigidas también por factores inherentes a la sensibilidad
de cada uno y al enigma que presidió la elaboración inexplicable y caprichosa
del alma propia de cada ser.
289.-
A través de sus cuencas vacías miré a los dioses, al guerrero y a la enamorada
que me sonreían, inclinándose ante el coronado señor que, como si se asomara a
un palco de enrejados huesos, los contemplaba, más allá de la muerte.
447.-
Por eso me atrajo y nos comprendimos, a pesar de la eufórica superficialidad
que destacaba a lo que en mí había de barroco.
564.-
Ése —el peor de todos, el que más torturaría a mi vanidad, a mi sentido
dinástico, a mi afán dominador, a mi necesidad de encontrar apoyos inamovibles
que me ayudaran a proseguir mi andanza por el tremedal de la vida, sembrado de
pantanos oscuros— sería mi castigo por lo que había hecho y por lo que
aprontaba a hacer, inexorablemente empujado por la fatalidad.
604.-
En el medio del noble zaragozano Antonio Agustín, doctor utriusque iuris
de la Universidad de Bolonia y auditor del Tribunal de la Rota, los humanistas
se encantaban con la inteligencia del futuro bibliotecario de los Farnese.
No hay comentarios:
Publicar un comentario