jueves, 12 de septiembre de 2019

BETTER THAM US


“Mejor que nosotros”, es decir: Mejor que los humanos.
En ruso: Лучше, чем люди (dedicado a mis seguidores rusos, los que visitaban alasombradelasabina.blogspot.com en busca de información sobre el intento de Golpe de Estado del gobierno supremacista de Cataluña en otoño de 2017) (посвящение в русскую жизнь, посещение веб-сайта alasombradelasabina.blogspot.com и сбор информации о поездке на прогулку по городу, превосходство в Каталонии и Японии 2017)

Es la primera serie de TV rusa que ha comprado Netflix Original para su plataforma internacional. El estreno en Netflix fue en abril de 2019.
Una serie de ciencia ficción familiar sobre la futura e hipotética relación con los robots domésticos. Sin lugar a dudas pasaran decenas o centenas de años hasta que compartan nuestros hogares las máquinas tipo BLADE RUNNER, 1982 de Ridley Scott o los de A.I. INTELIGENCIA ARTIFICIAL, 2001 de Steven Spielberg basada en una idea de Stanley Kubrick. Espero que nunca las de THE TERMINATOR, 1984 y secuelas, de James Cameron.
La serie rusa, aun tratando temas similares, está mucho más lograda que la sueca REAL HUMANS (Äkta människor), también supera –en mi opinión- a WESTWORLD, no en la calidad y el presupuesto, pero sí en la empatía de la historia. Y sin duda deja muy atrás a EXTANT, la serie producida por Spielberg, que no alcanzó las expectativas ni de lejos.
En un futuro muy cercano (demasiado cercano para la coherencia de la trama) Moscú es una ciudad llena de robots, y se ocupan de múltiples tareas, desde cuidar ancianos hasta asfaltar calles; eso produce un beneficio a la población y una fuente de ingresos a la economía, pero a la vez, un fuerte rechazo en las personas a las que sustituyen en los trabajos. Ese rechazo favorece la creación de un grupo terrorista de adolescentes (tal vez la sub-trama más floja e inverosímil) En el mismo contexto argumental, una gran empresa llamada Cronos importa un androide de China (diseñado expresamente como esposa y supongo que como objeto sexual) muy superior a los fabricados en Rusia, claro que con un problema añadido: su software carece de las Tres Leyes de la Robótica de Asimov. Además, la Duma rusa (parlamento ruso) se plantea jubilar anticipadamente a los ciudadanos y que los robots trabajen por ellos. He aquí el conflicto, los personajes kafkianos, las chicas guapas en cantidades industriales, la inútil policía, los terroristas de barra bar, el culebrón que te engancha, los efectos digitales escasos y baratos, la buena relación calidad-precio.
El meollo de la cuestión parecen en un principio las tres leyes de la robótica de Asimov, o lo que es lo mismo: la posibilidad de que robot asesine a un ser humano. Sin embargo, en el transcurso de los episodios esa buena idea se diluye, y pasa a una simple línea de guión sin más transcendencia. Una pena.
Recordaré las leyes de la robótica, para el que pierda el tiempo en este blog y no haya leído a Isaac Asimov:

1-Un robot no dañará a un ser humano o, por inacción, permitirá que un ser humano sufra daño.
2-Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
3-Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.


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