sábado, 13 de mayo de 2017

BLACK SAILS Y LA ISLA DEL TESORO.

Aviso a navegantes: Este post contiene spoiler.

Presentaron la cuarta temporada de BLACK SAILS como la última y el entronque de la precuela con la novela de Robert Louis Stevenson; pues bien, eso es falso. 
Las batallas navales siempre son espectaculares y no faltan en esta temporada.
Desde la conclusión de los hechos en el capítulo 4x10, o el XXXVIII, en la numeración oficial de la serie en su conjunto, hasta el comienzo de LA ISLA DEL TESORO, deben, por fuerza, trascurrir cómo mínimo 20 o 30 años, teniendo en cuenta que la acción de Stevenson se desarrolla hacia 1750.
La guerra pirata, la guerra entre España e Inglaterra, la guerra de liberación de los esclavos, la guerra por el oro, la guerra sirve para todo y no sirve para nada.
La producción de la cadena STARZ intercala ficción con hechos y personajes históricos, por ejemplo: el capitán Jack Rackham murió en 1720; aunque Charles Vane lo hizo en 1721, cuando en la serie muere en la temporada-3; y Edward Teach ”Barbanegra” que lo fue en 1718, en la serie es en la temporada-4. Bueno, entiendo que a veces los guionistas deben adaptarse a los intereses de los productores o de los actores, e incluso a una narración más ágil y atractiva. 
En todo caso falta una temporada completa de 10 capítulos.  Estoy seguro que esa era la intención, pero los imponderables de la rentabilidad la malograron. En mi mente estuvo desde el primer episodio que la narración desembocaría en el texto original del autor escocés. No fue así.
Toby Stephens es el capitán Flynt y recrea magistralmente un mar de contradicciones y utopías.
Me hubiera gustado ver a Billy Bones viejo y maltrecho con su cofre misterioso, a Jim Hawkins trabajando en la posada de sus padres, al marinero ciego que pretende arrebatar a Bones su secreto, al doctor Livesy, que junto a Jim, son los narradores de la aventura, a Long John Silver (interpretado por un envejecido Luke Arnold ) con su pata de palo y su loro en el hombro.
Recreación de La Habana en el siglo XVIII, la capital del caribe español.

La isla del tesoro es una novela soberbia y redonda, es sin duda uno de los paradigmas de los relatos de aventuras, y apareció como un relato por entregas –un folletín, muy de moda en la época- por primera vez en Young Folks, una revista para niños. Estamos en el tiempo del “salvaje oeste”, de las misteriosas “las islas orientales”, de Emilio Salgari o Julio Verne, Joseph Conrad y Alejandro Dumas, Joseph Kipling y Jack London, Herman Melville o Walter Scott, Mark Twain y Edgar Rice Burroughs, y también de Benito Pérez Gáldos. ¿Quién no ha leído algo de alguno de ellos?
En la cuarta temporada la presencia española toma fuerza, fue la realidad histórica.
La isla del tesoro  es una obra maestra de la narración de historias e imitada hasta la saciedad. Stevenson la escribió pensando en los niños, en esos cuentos infantiles a la lumbre de la chimenea, rebujándose en las sabanas e intentando no dormir para conocer el final.  Son las leyendas de Bucaneros, de mapas y tesoros, de motines y naves abandonadas, del mar y los marinos, de hombres de una sola pierna y botellas de ron.
Luke Arnold es Long John Silver, y sin hablar dice todo. 
      Mi hipotética TEMPORADA 5 (un esbozo a modo del que hice en el post sobre Breaking Bad) sería esta:
Fotografía, música, producción, nos trasladan al mundo de la república pirata, de rebeldes que pierden contra los imperios. 
      Long John Silver es el protagonista indiscutible de LA ISLA DEL TESORO, deberíamos conocer los motivos por los que abandona Nasáu y el Caribe, y con “su vieja negra” Madi, la reina de los Maroons, regenta una taberna en Bristol, Inglaterra (y también, por qué no, de dónde sale el loro) 
La caracterización es buena, salvo en que su vestuario no encaja con las temperaturas del Caribe, imagino a los piratas con menos ropa, más lino y muchos colores.
      El capitán James Flint (o Jonathan) morirá, debe morir, ha muerto mucho antes de que la historia principal comience. 
"…el pirata más sanguinario que alguna vez haya vivido" dice Stevenson. En el libro es el capitán del Walrus, y tiene una larga carrera de latrocinio (tal vez 25 años), en las Antillas y el sur de las costas de las colonias Americanas. Según la novela: Flint sacó el tesoro del Walrus con seis de sus marineros y lo llevó a la isla, también construyó una empalizada para la defensa. Después de enterrar el tesoro, Flint vuelve al barco solo, ha matado a todos, y con un mapa que guardaría hasta el momento de su muerte. El paradero de Flint y su tripulación fue oscuro a partir de entonces, pero sabemos que  terminó en la ciudad de Savannah, Georgia (Estados Unidos). Al final, Flint enfermo y alcohólico sucumbe a la muerte.
Sudáfrica puede dar el pego como el Caribe, con playas blancas y mares verdosos, el cine lo puede todo.
Billy Bones (William) queda en “la isla del hombre muerto” la isla del tesoro propiamente dicha ¿cómo la abandona?. Él es enemigo de todos, menos de los ingleses,  y por la novela sabemos que Flint le entrega el mapa, esto no concuerda con la serie. Bones está condenado por su antigua tripulación, y buscó refugio la remota West Country, un pueblo costero de Black Hill Cove, que resulta ser donde se ubica la posada del "Almirante Benbow".
La bandera pirata símbolo mil veces representado y sin copyright, y aun con todo, es la auténtica.
Benn Gunn, el marinero amante del queso, al que Billy Bones perdona la vida en el episodio 4x10. Tal vez Benn Gunn regresó a la isla para buscar el tesoro sin el mapa, y al fallar en la búsqueda sus compañeros de tripulación lo abandonaron en la isla.

Y qué es de Tom Morgan, Pew (Sacristán), Perronegro (Black Dog) y Allardyce ("el indicador" hacia el tesoro) y el artillero Israel Hands. Y otros ex-miembros de la tripulación de Flint que viajan después en la Hispaniola.
Es de suponer que después de la muerte de Flint sus hombres se separan, y muchos regresan a su tierra de nacimiento,  a Inglaterra. Consigo se llevan parte del tesoro: John Silver 2.000 libras que guarda en un banco y compra una taberna en los muelles de Bristol. Pew derrocha 1.200 libras en un solo año y los dos siguientes se los pasa mendigando y muriéndose de hambre.
“Los muertos no muerden” - de boca de Billy Bones-

“No volvimos a saber de Silver. Aquel formidable marino de una sola pierna desapareció por fin de mi vida. Supongo que debió encontrar a su vieja negra, y acaso vive días felices con ella y con el Capitán Flint. Es de esperar que así sea, porque sus oportunidades de ser feliz en el otro mundo son más bien escasas.”

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