Edición de Jesús Gascón Pérez. Prólogo de Teófanes Egido.
Prensas Universitarias de Zaragoza
Larumbe Clásicos aragoneses, 2004.
El prólogo nos aloja en el oculto mundo de la opinión política callejera, en aquellos tiempos de intolerancia y dictadura, como tantos. Es el pie de toque de una extensa introducción a la poética popular, a la socarronería social, a la intimidación oral en la historia; en discusión la categoría literaria de estas obras efímeras y su peso en lo acontecido. Gascón acopia 42 sátiras políticas surgidas en Aragón los siglos XVI y XVII. Subraya que las “alteraciones” fueron más que mudanza, cambio o corrección, que la palabras: rebelión, motín, sedición, levantamiento, sublevación, sin duda se acercan más a la acción de un pueblo contra su rey: Felipe II. La lectura de estos pasquines y panfletos que volaron por las tapias, y los caminos polvorientos, es el testimonio que cuenta la leyenda; por casualidad, siempre lo olvidan los que vencen. Son los archivos secretos, las pruebas de los gritos y cantos de libertad; en la lejana añada de 1591.
El rey que debajo mano
tiraniza libertades,
no le ofendan las verdades
se le trata de tirano.
Allí se ceban en la sangre humana
de los aragoneses inocentes
los sedientos demonios encarnados
del castellano infierno….
…..
Dan voces, gritan, braman y alborotan,
instan, acuden, andan, solicitan,
en cólera se encienden, rabian todos
viendo perder la más preciosa joya
que sus antiguos padres les dejaron,
la dulce libertad que viva piden:
¡Viva la libertad!, diciendo apriesa.
Pasquín del Infierno. Diálogo de lo sucedido en Zaragoza a 24 de mayo de 1591.
"Se lleno la Europa de Libelos, Papeles, y Pasquines, que esta es la espuma, que resaca el Mar de la cólera, à la orilla, de los Príncipes Belicosos."
(José Lupercio Panzano Ibáñez de Aoyz, 1646-1705. Historiador, poeta, estudioso; Diputado del Reino de Aragón y Cronista. El texto hace referencia a la época del Emperador Carlos y la expansión de la Reforma protestante)
Dicen que virrey forano
el rey nos quiere poner,
y el pueblo zaragozano
dice que no puede ser.
.
Anda con tiento, Almenara,
en la cuestión del virrey:
que la pagarás muy cara
por servir al señor rey.
El colofón es elegante, especialmente del final: “……Con independencia de que el resultado final de la crisis no fue el que esos hombres esperaban, la movilización operada en 1591 fue el efecto más evidente de la espuma literaria provocada por el movimiento de resaca de la parte de la sociedad aragonesa que se atrevió a resistir a las prácticas absolutistas de su príncipe.”
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