Un libro de Tony Hare. Prólogo de Thomas E. Lovejoy. Editorial Blume, 1995
“En el período Neolítico, con el amanecer de la agricultura, nuestra especie inició una tendencia que ha sido la base de nuestro progreso, pero que ahora amenaza con provocar un fracaso.” Texto de
Thomas E. Lovejoy (El pasado mes de Enero le concedieron el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2008 en Ecología y Biología de la Conservación, ex aequo con William F. Laurance; los dos son científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales)
“El problema radica en que las especies se multiplican en exceso, lo que produce una descendencia más grande de la que se puede alimentar con los recursos del ambiente.”
“Mientras que la mayoría de los ecosistemas del mundo se hallan en retroceso, los hábitat urbanos seguirán extendiéndose debido a la constante migración de la gente del campo a las ciudades. La urbanización ha ejercido un efecto aún mayor en el mundo que el cultivo agrícola. Aún en fechas tan recientes como 1900, el único país que se podía considerar urbanizado era Gran Bretaña.” (A la sombra de la sabina: En 2009 más de la mitad de la población mundial vive en grandes ciudades)
“La nutria marina ha sido cazada casi hasta la extinción, no únicamente por su piel, sino también por los propios pescadores, quienes la consideraban una amenaza para sus pesquerías. No obstante, su eliminación supone un grave peligro para los bosques submarinos de laminarias. Frente a gran parte de las costas rocosas se encuentran enormes bancos de algas de laminarias, especialmente frente a la costa occidental de Norteamérica; constituyen un hábitat único como base de cría y cultivo de muchas especies de peces. Estas algas constituyen también el hogar de la nutria marina, la cual, a su vez, desempeña un papel especial en su conservación, pues interviene para controlar el número de erizos de mar, cuya voracidad, de otro modo, provocaría la devastación de las laminarias.”
“Durante largo tiempo, las praderas templadas de Norteamérica y Asia, secas, llanas y aparentemente infinitas, fueron consideradas simples extensiones monótonas como los océanos.”
“Sin duda alguna la ganadería ha perjudicado el ecosistema de la pradera, pero la agricultura realmente lo ha devastado. Del total de 101 millones de hectáreas de pradera que se registraban en Norteamérica antes de la llegada de los colonizadores europeos, tan sólo el 3% no se ha llegado a arar nunca.”
“No hace más de seis mil años, una gran extensión del este de Norteamérica, Europa y Asia y el lejano Oriente estaba cubierta por un denso e interminable bosque de árboles caducifolios y de coníferas: robles, hayas, nogales, abedules, álamos y pinos….ningún otro ecosistema ha sido maltratado de forma tan salvaje por la actividad humana: los bosques templados han quedado reducidos a una minúscula fracción de su extensión original.”
Hayas en el Moncayo. Foto de A LA SOMBRA DE LA SABINA
“En su estado natural, los bosques cambian continuamente, ya que los árboles viejos caen y se desarrollan los jóvenes, creando un complejo mosaico de masa forestal nueva y vieja.”
Monegros, un viejo bosque de sabinas y pinos, hoy campos de cereal. ¿Dónde está el DESIERTO?
“El maquis del Mediterráneo no es un ecosistema natural. Si se protegiese de ovejas y cabras…se regeneraría hasta formar un bosque perenne mediterráneo, que es la comunidad natural de la región.”
Barrancos de la Plana de Zaragoza. Foto de A LA SOMBRA DE LA SABINA
“El potencial de crecimiento arbóreo (del bosque mediterráneo) también se ve restringido a proporciones reducidas, ya que pastores y agricultores producen leña. Además queman periódicamente la vegetación del maquis para mantener los pastos. De forma habitual controlan los incendios para evitar que el maquis se torne impenetrable y permitir que la luz del sol llegue hasta el suelo, lo que favorecerá el crecimiento de nuevos arbustos jóvenes y plantas bajas.”
Retuerta de Pina, Monegros. Una parte de bosque autóctono de Pinus halepensis y Juniperus Thurifera; ocupa hasta donde la roturación no llegó.
“Un factor adicional son los niveles de precipitación. Una lluvia intensa permite la regeneración del bosque. Por otra parte, una precipitación baja reduce al maquis a una comunidad de tipo estepario, con pocos arbustos, dominada por hierbas, gramíneas y bulbosas.”
Cercanías de San Caprasio, Sierra de Alcubierre, Monegros. Un bosque mediterráneo o el maquis salvado por poco.
“Desastres no naturales: En algunos lugares los agricultores han destruido completamente el maquis y sustituido por cereales, viñedos, olivos, frutales o verduras. Aún así si se proporciona el tiempo suficiente, el maquis se regenera sobre tierras de cultivo. Superficies que fueron cultivadas en el pasado (terrazas) pueden verse hoy en día en varias etapas de regeneración.”
Sierra de Alcubierre, Monegros.
A LA SOMBRA DE LA SABINA:
Mundos Naturales es un libro de buenas intenciones, con espíritu conservacionista y pasión por la divulgación ecológica, que sin duda se quedó en un intento meritorio. Lo había hojeado ya hace tiempo en la Biblioteca de Aragón y lo volví a encontrar en el escaparate de otra librería que cierra en Zaragoza, desgraciadamente. Es un libro manifiestamente mejorable, le falta un buen pulido y una traducción decente, pero la fotografía es buena y los desplegables son atractivos para visionar en una mesa, en la cama mejor no. Bueno el caso era comenzar a charrar en este post de las sabinas y de los ecosistemas del Valle medio del Ebro (que el nombre del Blog no es de balde) prometo insistir sobre el tema. Por ello pego varias fotos de Monegros, porque al hablar del paisaje monegrino hablamos en escala de la transformación de todo el planeta; estamos ante un ejemplo evidente de como el ser humano es capaz de alterar, casi de forma irreversible, un territorio. Sin embargo el Gobierno de Aragón continua olvidando a los bosques de la Retuerta de Pina, a los de Sierra Alcubierre o la Serreta Negra en Fraga; no parece que corra prisa tomar mediadas legales de protección que los ampare, parece que lo único importante es poder expropiar las tierras de Ontiñena para Gran Scala. Ya les vale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario