Era el 11 de junio de 2011 y estábamos indignados, hoy, catorce años después, el sanchismo, la corrupción, el intento por destruir la separación de poderes, el clientelismo familiar, RTVE nivel NODO, el blanqueamiento de asesinos, la mentira como estrategia, los votos por sillones, el indulto a los golpistas, el fin justificando los medios, la recurrencia al pasado, lograr que la verdad sea un relato a conveniencia, la prepotencia, la nula modestia, la falta de capacidad, el peloteo, el sectarismo, el insulto, el fracaso económico, la deuda desproporcionada, los amigos escasamente demócratas, la fontanería, la cárcel de Soto del Real, determinadas empresas siempre favorecidas, los cientos de asesores pagados por nosotros, la indignación atenuada por las organizaciones seudo-sociales, y una retahíla de motivos que generan cabreo y vergüenza ajena. En resumen, hoy, catorce años después, toda esa amalgama se perpetúa en la Moncloa.
