Se
podrían hacer muchas series sobre muchas familias, igual de ricos que de
pobres, pero vende más una famosa.Succession
se estrenó el 3 de junio de 2018 en HBO. Fue creada por Jesse Armstrong, con el comediante
Will Ferrell y Adam McKay como productores ejecutivos. La cuarta y última temporada que se estrenó el 26 de
marzo de 2023.Succession narra las venturas y desventuras
de la familia Roy –Logan Roy y sus cuatro hijos– dueños mayoritarios uno de los
grandes conglomerados de medios de comunicación audiovisuales y de entretenimiento
del mundo.La
inspiración de los creadores es la familia y la vida real de Rupert Murdoch, polémico
empresario con ansias monopolísticas que controla la cadena estadounidense de
noticias Fox News, el tabloide The New York Post, y los
periódicos ingleses The Sun y The Times, también de gran cantidad
de medios en Australia.Rupert
Murdoch nació en Melbourne, Victoria, Australia, el 11-03-1931. Siguiendo los
pasos de su padre, compró el diario Birmingham Gazette, y con veinte
años asumió la presidencia del holding News Limited -creado por Keith Murdoch-, un grupo de empresas que contaba, entre otros, con el Adelaide
News, el Sunday Mail y otros medios. Desde muy joven comienza a demostrar su
habilidad para ampliar el negocio heredado; va adquiriendo lentamente cabeceras
como el Sunday Times y New Ideas, y consolidando su imagen de
empresario agresivo cuando decide acabar con su principal opositor, el Adelaide
Advertiser.En
Adelaida controla desde 1958 dos canales de televisión, que refuerzan su imagen
de magnate de los medios. Siguiendo la línea del mercado regional de la
comunicación -en aquel momento no puede hacer otra cosa dada la magnitud de su
país-, desde 1960 Sidney se convierte en su segundo objetivo. La News Limited
compra la Newspaper Limited (propietaria de cabeceras como el Daily Mirror o el
Sunday Mirror), para inmediatamente adquirir algunos pequeños canales de
televisión. El magnate australiano había conseguido, en julio de 1964, hacerse
con The Australian, un periódico de ámbito nacional. No obstante, su ambición
le lleva a buscar nuevas opciones, como son la adquisición en 1972 del Daily
Telegraph y el Sunday Telegraph, diarios impresos en Sidney.A
finales de los sesenta, Rupert Murdoch decide desembarcar en el mercado
británico de la comunicación. Aunque las dificultades en este país son muchas,
poco a poco va consolidando su presencia. Su primer paso es la adquisición de The
Sun en 1969, diario que en poco tiempo triplica sus ventas. Dos años más
tarde se hace con la London Weekend Television, de la que se desprenderá en
1979 para conseguir el Channel Ten-10 de Sidney. En las Islas Británicas, el
paso más importante va a ser la compra en 1981 de los prestigiosos The Times
y The Sunday Times, no sin antes superar numerosos problemas e
incrementar la nómina de sus más directos detractores (más adelante dispondrá
de News of the World, otro diario).En
su expansión empresarial, Murdoch da un nuevo paso cuando llega al mercado
norteamericano a primeros de los setenta, comprando en 1974 Star, diario
publicado en San Antonio (Texas). Inmediatamente se establece en Nueva York,
adonde acude con el fin de situarse en un lugar privilegiado. Allí se hace con
el New York Post en 1976 y con una serie de revistas. La intención de
Murdoch, no obstante, es la de ampliar su red de diarios en Estados Unidos,
para lo que compra en 1981 el Herald American (luego rotulado Boston Herald)
y dos años después el Chicago Sun Times, además de adquirir la principal
empresa del sector editorial norteamericano: la News American Publishing.La
industria del cine también le interesa. Se inicia como productor con Gallipoli
(1981), una historia australiana desarrollada durante la Primera Guerra Mundial
que dirige Peter Weir. Pero su interés se centra en la consecución de un gran
estudio y, especialmente, de sus fondos cinematográficos. Tras fracasar en su
intento por hacerse con la Warner Brothers, vuelve a intentarlo con la 20th
Century Fox, adquiriéndola en 1983 con la ayuda económica del empresario
del petróleo Marvin Davis, quien por discrepancias termina vendiéndole su parte
a Murdoch. En esta línea, sus estudios de cine han participado de lleno en
algunos de los éxitos de taquilla de los años noventa, especialmente The Full
Monty (1997), de Peter Cattaneo, y el hiperoscarizado filme que lanzó a Leonardo
DiCaprio y Kate Winslet al estrellato: Titanic (1997), de James
Cameron.La
aventura del magnate de la comunicación australiano está plagada de iniciativas
políticas, tanto en su país como en aquéllos en donde ejerce su poder a través
de los medios que controla. De sus actuaciones se acuerdan algunos políticos
que vieron respaldadas sus campañas, al tiempo que otros comprobaban cómo se
arruinaban sus proyectos y aspiraciones. Sus actividades empresariales, no
obstante, se vieron sumidas en procelosos juicios e investigaciones de los que,
en su mayoría, ha salido siempre ilesa la cartera del empresario. La aplicación
de las leyes de control por parte de la Comisión Federal de Comunicaciones
norteamericana (en general, debido al cruce de propiedades en prensa y
televisión) obligó a Murdoch a deshacerse de algunos periódicos y canales de
televisión.En
1986, el empresario pone en marcha el canal Fox Television, que viene a
codearse con las tres cadenas tradicionales norteamericanas: ABC, CBS y NBC.
Sus primeros pasos son cautelosos, con un horario de emisión que va creciendo
con el tiempo. Va a ser determinante en el desarrollo de la cadena el contrato
que consigue con la NFL, National Football League (la liga de fútbol americano),
antes en poder de la CBS. Tras la firma de un acuerdo con la agencia
Reuters, la cadena Fox puso en marcha en marzo de 1995 sus propios
espacios informativos -tres al día-, en un intento de, en un tiempo no lejano,
competir directamente con la CNN de Ted Turner.
Pero
en sus aspiraciones dentro del negocio de la comunicación, Murdoch encuentra -a
lo largo de los noventa- numerosos obstáculos en el camino. Cuando desea poner
en marcha una oferta de 500 canales por televisión directa a través del sistema
Echo-Star, la industria del cable se le echa encima, denunciando las
intenciones monopolísticas de su holding News Corporation, pues entre su
oferta también contemplaba la programación de las televisiones locales.
Desde
1997 Murdoch controla el 75 por ciento de los contenidos que se ven en el
planeta a través de sus operadores de cable, satélite y televisión. En Estados
Unidos posee 22 cadenas de televisión, un servicio de 24 horas de televisión
por cable, la revista TV Guide, el periódico The New York Post y el estudio
cinematográfico 20th Century Fox. Además de ser propietario del equipo
de béisbol Los Angeles Dodgers, tiene los derechos de los partidos de
más de veinte equipos de béisbol y baloncesto y es propietario del Madison
Square Garden. A ello hay que sumar sus casi 800 empresas en 52 países.Sus
detractores hablan de los numerosos beneficios fiscales que le ayudaron a hacer
crecer su imperio, llegando a pagar por este concepto mucho menos que
cualquiera de sus oponentes (Time-Warner, Disney o Viacom). Buena parte
de los negocios de Murdoch se canalizan a través de paraísos fiscales como las
Antillas Holandesas, las Islas Caimán, las Bermudas, Panamá o México. Si el
gobierno norteamericano le siguió la pista muy de cerca, no se quedaron atrás
los parlamentos británico y australiano, en donde siempre preocupó la capacidad
operativa del empresario.No
obstante, estos problemas no impidieron a Murdoch continuar creciendo. Un
síntoma de ello fue que controló desde 1990 la BSkyB (compañía británica de
televisión vía satélite) y que, cuando se le cerraron unas puertas, supo abrir
otras, como su participación en JSkyB (operadora de televisión digital japonesa
en la que también toman parte Sony, Fuji TV y Softbank), compañía
que a principios de 1998 llegó a un acuerdo con PerfectTV para fusionar sus
actividades.En
julio de 2011 se convirtió él mismo en centro de la atención mediática tras el
escándalo que suscitó el descubrimiento de las malas prácticas de su periódico
sensacionalista News of the World, confirmándose que para la obtención de
noticias exclusivas se habían empleado todo tipo de medios ilegales, desde
escuchas telefónicas hasta sobornos a policías, pasando por accesos piratas a
datos informáticos protegidos. Ya en 2009 se había acusado al tabloide de haber
espiado al menos a tres mil personas "noticiables" (políticos,
famosos y familiares o víctimas de crímenes).Murdoch
se vio obligado a cerrar el periódico y renunció a su largamente acariciado
proyecto de adquirir el 100% de BSkyB, plataforma de la que ya poseía el 39%.
Pero la tormenta no amainó: pronto se supo que también otros de sus rotativos,
como The Sunday Times y The Sun, habían empleado medios
semejantes, llegando a espiar al primer ministro Gordon Brown y a miembros de
la familia real británica.
Extraído de: Fernández,
Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Rupert Murdoch». En Biografías y Vidas. La
enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004.
Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/murdoch.htm [fecha
de acceso: 23 de junio de 2023].
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