viernes, 25 de diciembre de 2020

CONTAGIO, 2011. La película que se perdieron Sánchez e Iglesias.


 Un nuevo virus muy contagioso aparece en la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019, la OMS (Organización Mundial de la Salud) tarda tres meses en reconocerlo como pandemia (11-03-2020)


Los altos funcionarios de salud pública miran para otro lado. Los investigadores no logran identificarlo y contener la enfermedad. Sánchez e Iglesias especulan con la pérdida del orden social, en España decretan un confinamiento domiciliario absoluto. Todas las multinacionales farmacéuticas intentan desarrollar una vacuna para detener su propagación.

Esas son las líneas argumentales que interactúan, en la película y en la vida real, ambas hacen uso del estilo "cine hipervínculo" con múltiples tramas narrativas, popularizado en varias de las películas de Soderbergh.


CONTAGIO se inspira en diversos brotes de Ébola,  epidemias de SARS, gripe A, etc...  y en otras películas como ESTALLIDO, 1995 de Wolfgang Petersen, con Dustin Hoffman y Morgan Freeman.

CONTAGIO se estrenó en septiembre de 2011 en el Festival de Venecia, dirigida por: Steven Soderbergh; protagonizada por un reparto estelar y coral: Marion Cotillard, Matt Damon, Laurence Fishburne, Jude Law, Gwyneth Paltrow, Kate Winslet, Bryan Cranston, Jennifer Ehle y Sanaa Lathan. La producción costó 60 millones de dólares y recaudó 136,5. La crítica la elogió por la trama y su gran elenco de actores, también tuvo buena acogida por su precisión científica.




 



martes, 8 de diciembre de 2020

La Nave Estelar de SpaceX o el sueño de viajar al espacio.

 

“Poner personas en órbita alrededor de la Tierra o robots a orbitar el Sol requiere cohetes, cohetes grandes, fiables y potentes.” 

“…lanzar un misil balístico con una estúpida ojiva de combate sobre un objetivo seleccionado en mitad del océano Pacífico no acarrea demasiada gloria, en tanto que enviar personas al espacio consigue cautivar la atención e imaginación del mundo.” 

Son palabras de Carl Sagan, en su libro de 1994 titulado: "Un punto azul pálido. Una visión del futuro humano en el espacio."

El año 2019, SpaceX completó dos pruebas de vuelo a baja altitud con Starship SN5 y SN6, y múltiples arranques estáticos de los motores Raptor, que usan como combustible oxígeno  y metano  líquido o criogénico (metalox) 

La prueba de vuelo del prototipo SN8 (Serial number 8) en diciembre de 2020, es el siguiente eslabón en el desarrollo de un sistema reutilizable de la totalidad de sus componentes, y será capaz de transportar astronautas profesionales o turistas espaciales, y por supuesto satélites artificiales a la órbita terrestre, y después a la Luna y Marte.

El próximo prototipo será SN9, y  está prácticamente listo para pasar a la plataforma, que ahora tiene dos soportes activos para pruebas de desarrollo rápido.

SpaceX tiene previsto construir 10 prototipos de la nave Starship.  









domingo, 8 de noviembre de 2020

GRANDES SERIES: "Gambito de Dama"

De cómo redescubrir viejas pasiones, o el ajedrez que tenía olvidado. Me ocurrió con THE QUEEN'S GAMBIT, o Gambito de Dama, una miniserie creada por Netflix y englobada por la cadena de entretenimiento de pago en el género DROGAS, craso error, la calificación atinada debería ser AJEDREZ en estado puro.

Está basada en la novela The Queen's Gambit del escritor norteamericano Walter Tevis (1928-1984) La recreación en la pantalla es obra de Scott Frank y Allan Scott, y la protagonista absoluta es Anya Taylor-Joy (1996-) una joven actriz fascinante y prometedora, de estirpe británica-argentina-española y nacida en Florida -USA- 

La serie fue estrenada por Netflix en octubre de 2020, y con éxito notable tengo entendido. Consta de siete episodios, sin una continuación aparente, ni debería, aunque cosas más raras se han visto en televisión. 

La protagonista de la historia es una niña de ocho años, Elizabeth Harmon o simplemente Beth, que después de la muerte de su madre en un "accidente", ingresa en un orfanato de Kentucky. La acción transcurre en la década de 1960, en la Guerra Fría entre USA y la URSS y su batalla por la primacía mundial en todos los campos, en el comienzo de la modernidad contemporánea, en la lucha por la igualdad de la mujer, en la dicotomía entre genialidad y locura, en la ética de la drogadicción. 

Por momentos encontramos al excéntrico Bobby Fischer, al genial Boris Spaski, a Kaspárov contra Kárpov en Sevilla en 1987, a Deep Blue de IBM, al noruego Magnus Carlsen,  a la apertura española o de Ruy López, al cubano Capablanca, eso es lo que hace al ajedrez un deporte-juego tan novelable y novelesco, tan fácil de llevar a la pantalla,  tan equiparable con el alpinismo o el boxeo. En verdad todos se basan en lo mismo: en el enfrentamiento del hombre contra la naturaleza,  llámese montaña, ring o tablero,  y en las finitas posibilidades que las matemáticas nos ofrecen, aunque tal vez esa realidad mate el romanticismo y  a nosotros (los escritores de ficción de los domingos por la tarde)  




Artículo de Ian Rogers (gran maestro australiano)

La recomendación es del gran Leontxo García en Twitter, que pego con su permiso anticipado.  https://twitter.com/leontxogarcia

Soy un Gran Maestro y The Queen's Gambit tiene todos los movimientos correctos 

Por Ian Rogers -2 de noviembre de 2020

https://www.smh.com.au/culture/tv-and-radio/i-m-a-grandmaster-and-the-queen-s-gambit-checks-out-20201102-p56an5.html

The Queen's Gambit es un drama de siete partes sobre un jugador de ajedrez en la década de 1960. También es uno de los programas más vistos en Netflix, en todo el mundo y en Australia.

Si estas dos declaraciones parecen incompatibles, debe ser demasiado joven para recordar el momento, hace medio siglo, cuando la televisión australiana presentó un programa de ajedrez nocturno de alta calificación que siguió la errática victoria del partido por el título mundial del estadounidense Bobby Fischer contra el campeón reinante. Boris Spassky.

The Queen's Gambit , basada en la novela del mismo nombre de Walter Tevis, ofrece una versión ficticia de una Fischer femenina y su ascenso desde una infancia difícil para enfrentarse a lo mejor de la Unión Soviética durante la era de la Guerra Fría. Al igual que Fischer, Beth Harmon (interpretada de manera más que convincente por Anya Taylor-Joy), aprende ruso para estudiar mejor los juegos de los mejores. Como Fischer, se viste a la moda. Al igual que Fischer, rechaza el patrocinio de organizaciones que no apoya.

Sin embargo, las luchas de Harmon con las pastillas y el alcohol son todas suyas, y al principio parecía que su adicción a Librium, un sedante de la década de 1960, permitió en lugar de obstaculizar su brillante juego. (Hoy en día, Harmon sería prohibido por los probadores de drogas de la AMA mucho antes de que ella llegara a la cima).

The Queen's Gambit ha generado muchos elogios de críticos de televisión mejor calificados que yo. El telón de fondo de los torneos de ajedrez estadounidenses e internacionales rara vez se ve en la pantalla, pero ofrece la tensión de cualquier competencia deportiva de alto riesgo. Taylor-Joy, que no jugaba al ajedrez antes del papel, pero se sumergió en el juego y parecía una jugadora creíble en la serie, comentó: "Me invitaron a un mundo muy secreto que es súper genial y realmente interesante".

Ciertamente me encontré bien entretenido, con la pequeña cantidad de errores técnicos en ajedrez fáciles de pasar por alto. De hecho, uno de los conceptos más extraños, Harmon que visualiza posiciones en el techo en lugar de en el tablero de ajedrez al calcular, puede parecer solo un dispositivo cinematográfico, pero también es una característica de algunos de los mejores Grandes Maestros.

Sin embargo, este escritor también experimentó una extraña forma de deja vu: sentí que estaba viendo una extraña versión de cuento de hadas de mi propia carrera ajedrecística, que comenzó 10 años después que la de Harmon.

Yo también leí libros de ajedrez subrepticiamente en clase donde el trabajo del curso no fue un desafío - gracias Ivanhoe Grammar. Yo también necesitaba pedir dinero prestado para mi cuota de inscripción, para que me lo devolvieran una vez asegurado el premio, gracias Frank Meerbach. Como muchos jugadores cuya autoestima dependía de su éxito en el ajedrez, estaba profundamente atormentado después de una derrota clave. Harmon ahogó sus penas; No comí durante dos días, gracias al gran maestro Draguljub Velimirovic. Como Harmon, dormir en el suelo de alguien no era infrecuente. (Demasiados para agradecer).

Sin embargo, Harmon, además de aprender ruso mucho mejor que yo, subió la escalera del ajedrez más rápido y más alto de lo que jamás hubiera soñado. En la serie, a pesar de los inevitables contratiempos,
este prodigioso adolescente asciende de rango con facilidad; sólo se ralentizó - y casi se detuvo - por sus otras adicciones. (Los atracones de Harmon pueden parecer exagerados, pero muchos Grandes Maestros han sido esclavos del alcohol. Sin embargo, solo un puñado ha logrado mantenerse en la categoría mundial mientras era adicto).

Viajar a los mejores torneos europeos de esa época fue tan emocionante como se describe en The Queen's Gambit. Sin embargo, el enfrentamiento final de Harmon en Moscú fue, para mí, demasiado sencillo, aunque el lugar lujoso y las grandes y entusiastas multitudes fueron bastante realistas. ¿Por qué, antes de su juego más crítico, la radio de su habitación de hotel no se encendía a las 2 de la mañana y permanecía encendida a todo trapo durante una hora, como me pasó a mí y a otros jugadores extranjeros que compiten en la URSS? ¿Por qué Harmon discutió variaciones clave sobre su juego final aplazado a través de una línea telefónica de hotel que probablemente fue monitoreada?

La respuesta, por supuesto, es que The Queen's Gambit no es una película biográfica, sino una ficción para sentirse bien. Y así, a pesar de ser una jugadora rara en los torneos estadounidenses de esa época, Harmon de alguna manera evita a los oponentes que hacen comentarios degradantes antes del juego, o reaccionan a una derrota con furia, o se retiran de un torneo si pierden contra una mujer. (O tal vez, debido a que los asesores de ajedrez de la serie eran hombres, el ex campeón mundial Garry Kasparov y la personalidad del ajedrez estadounidense Bruce Pandolfini, tales casos ni siquiera se contemplaron).

También debo mencionar que solo una vez he visto a un jugador mirar a su oponente tanto como lo hace Taylor-Joy en The Queen's Gambit . Esa persona era un Kasparov de 13 años cuando lo enfrenté en Francia en 1976. Era un hábito muy molesto, pero una mirada sólida y buenas jugadas demostraron ser una combinación decisiva. Así que me alegro de no haber tenido que enfrentarme a Beth Harmon.

viernes, 2 de octubre de 2020

"Retoques a una historia de amor de cuatro perras"

Joaquín Carbonell cantando a George Brassens. Del disco "Homenage à trois, 2000", con Tonto Georges Trio, y Jean-Pierre Lacroix, Javier Pallorola, Pierre Aparicio, Philippe Charlot, Jean-Jacques Carrere. Grabado en directo el 7 de abril de 2000 en el Centro Cultural Delicias de Zaragoza. Producido por Daniel Ríos y Joaquín Carbonell. 


Oh, mi señora de alquiler, nuestro romance, de ayer, será un poquito diferente. Fue lamentable permitir que le de un poco de barniz Lo reinvente, lo reinvente. Un gran carruaje correrá por lo más bello de la ciudad. Una noche de lentejuelas, yo podría ser un marqués que ha sido presentado a usted,
en la Zarzuela, en la Zarzuela. Voy a olvidar aquel hotel, aquel fonducho donde te amé. Callemos por amor al arte, será más digno señalar que nuestro amor llegó a brotar, en cualquier parte, en cualquier parte. Cupido no nos descubrió, su arco de amor no nos apuntó. Su flecha no pasó siquiera
rozando nuestra habitación. Nadie podrá poner bordón,
a su odisea, a su odisea. No abandonemos por favor aquella triste luna de amor. En la chabola y garantizo, que él ha vivido en París, con los aromas del pastis, por bebedizo, por bebedizo. Un dia se agotó tu amor, y te marchaste, dejemoslo. No hablemos del golpe a la puerta, solo te quiero recordar, que aquella tos te iba a dejar, en la cuneta, en la cuneta. Años más tarde fui al burdel, a consolarme, que cruel, con una de tus respetables, colegas y dejé el cartel bien alto, el viudo es aquel, inconsolable, inconsolable. Fue la revancha del llorón, fue la venganza del cabrón. Actúa así mientras suspira, su historia y sabe que tal vez, debe esforzarse en devolver, menos mentiras, menos mentiras.
"Retouche a un roman d'amour de quatre sous", se podría traducir como: "Rectificación de una novela romántica de cuatro centavos",  o "Retoques de una historia de amor de cuatro perras" según Joaquín Carbonell, que parece una traducción más atinada. Esta es una canción que George Brassens nunca interpretó en el escenario; y que tras su muerte en 1981, fue rescatada por su amigo Jean Bertola, junto con sus músicos Pierre Nicolas y Joël Favreau.
Madame, même à quatre sous
Notre vieux roman d'amour sou-
ffrirait certes quelque mévente.
Il fut minable. Permettez
Que je farde la vérité,
La réinvente, la réinvente.
On se rencontra dans un car
Nous menant en triomphe au quart,
Une nuit de rafle à Pigalle.
Je préfère affirmer, sang bleu !
Que l'on nous présenta chez le
Prince de Galles, Prince de Galles.
Oublions l'hôtel mal famé,
L'hôtel borgne où l'on s'est aimés.
Taisons-le, j'aurais bonne mine.
Il me paraît plus transcendant
De situer nos ébats dans
Une chaumine, une chaumine.
Les anges volèrent bien bas,
Leurs soupirs ne passèrent pas
L'entresol, le rez-de-chaussée.
Forçons la note et rehaussons
Très au-delà du mur du son
Leur odyssée, leur odyssée.
Ne laissons pas, quelle pitié !
Notre lune de miel quartier
De la zone. Je préconise
Qu'on l'ait vécue en Italie,
Sous le beau ciel de Napoli
Ou de Venise, ou de Venise.
Un jour votre c?ur se lassa
Et vous partîtes - passons ça
Sous silence - en claquant la porte.
Marguerite, soyons décents,
Racontons plutôt qu'en toussant
Vous êtes morte, vous êtes morte.
Deux années après, montre en main,
Je me consolais, c'est humain,
Avec une de vos semblables.
Je joue, ça fait un effet buf,
Le veuf toujours en deuil, le veuf
Inconsolable, inconsolable.
C'est la revanche du vaincu,
C'est la revanche du cocu,
D'agir ainsi dès qu'il évoque
Son histoire : autant qu'il le peut,
Iltâche de la rendre un peu
Moins équivoque, mois équivoque.

domingo, 13 de septiembre de 2020

Tributo a Joaquín Carbonell

 


Mi tierra no es de azúcar, ni tiene mariposas en invierno,

ni montañas con risas de clavel, ni arrecifes dorados.

Y no es de miel, ni tampoco de espuma.

Es arcilla, sierra cortada y té, por los collados.

Testamento de piedra, y de ciprés.

Campanas que enlazan, el pueblo y la Masada alguna tarde.

Llamando a funerales, frío y eriales.

Eternos surcos de cartón.

No es canto de trompetas, ni timbales, sólo tambores.

Curtida piedra a golpes, fuerza y redobles.





 

El verano es la cuna, el invierno la muerte de la oliva.

Granos de primavera, endulzan cada viña.

Espliegos y romeros, las tardes amarillas.

Y es delgada la mies, cuando falta la lluvia.

 


Mi tierra es una tumba. Parda y blanca por fuera y roja dentro.

Negras minas de hierro y de carbón, forman sus huesos.

Sus gentes son, viviendo en la penumbra,

gente con soledad por corazón, y por recuerdos.

Metralla hirviendo, en gritos de estupor.

 


Un viento fuerte ha de llegar, por las colinas,

que barrera del polvo, tantas horas perdidas.

Epitafios de versos y palabras vacías.

Dejando en el paisaje, su esperanza extendida.

 


Un viento limpio ha de llenar, ha de llenar, la umbría.

Levantando del polvo, tanta casa caída.

Abrirán nuestras puertas, de golpe al mediodía.

Para empezar de nuevo, con más fuerza la vida.

"Canción para un invierno. Dedicada a Teruel" (letra de Pilar Navarrete, música Joaquín Carbonell) del disco "Con la ayuda de todos", 1976 -RCA








viernes, 4 de septiembre de 2020

La STARSHIP de SpaceX

Construyendo una nave estelar en Boca Chica -Texas- o donde Elon Mush nos incita a soñar con la conquista del Espacio.







sábado, 1 de agosto de 2020

Springsteen en Broadway

«Nunca he tenido un trabajo decente en mi vida, nunca he trabajado duro, nunca he trabajado de nueve a cinco, nunca había trabajado cinco días a la semana hasta ahora. No me gusta. Nunca he visto una fábrica por dentro y es lo único que escribo. Tenéis delante a un hombre que se ha hecho increíblemente famoso por escribir sobre cosas sobre las que no ha tenido ninguna experiencia personal. Me lo he inventado todo. Soy así de bueno. ¿Y cómo?, os estaréis preguntando, ¿Cómo se ha producido este milagro? Bueno… al principio solo había tinieblas sobre la faz del agua… 


  • …cuando era pequeño había Navidad, cumpleaños, vacaciones de verano, pero el resto de tu vida era un agujero negro inerte. Un agujero negro inerte de deberes, misa, escuela, deberes, misa, escuela, deberes, misa, escuela, judías verdes… judías verdes… putas judías verdes. Entonces, en un destello cegador de luz santificada, un ser humano, -solo era un crío, un crío sureño de campo-, pero… había una nueva clase de hombre que dividió el mundo en dos. Y de repente… apareció un nuevo mundo… el que hay debajo del cinturón, y sobre el corazón. Un domingo por la noche, en 1956, en un piso sin agua caliente en el 39 de Institute Street, la mente de un niño de siete años vio la revolución por televisión delante de las narices de las autoridades, que si hubieran sabido lo que pasaba y los grandes cambios que se iban a producir, se la habrían cargado. O seguramente, la habrían fichado. Porque nosotros, la plebe, los invisibles, los ineptos, los críos, querríamos más. Más vida… más amor, más sexo, más esperanza, y más verdad, y más poder. Y más alma. Y, sobre todo, más rock and roll. Me senté con mi madre y mi mente de siete años se volvió loca mientras miraba un tubo azul de donde salía algo divertido. Diversión, la verdad. La alegre, optimista, que te mueve las caderas, te hace temblar, tocar la guitarra, te cambia mente y corazón, te reta a competir, una dicha que te anima a ser más libre. Ese ánimo de libertad explotó en los confiados hogares de todo Estados Unidos un domingo por la noche. El mundo había cambiado, joder. En un instante. En un sudoroso y húmedo orgasmo de diversión. Y para probarlo solo tenías que arriesgarte a ser tú mismo. El genio del rock and roll había salido de la lámpara para decirnos que, si habías nacido en Estados Unidos, mis compatriotas, ese sentimiento, esa libertad, esa diversión… era nuestro patrimonio. Escuché, creí y oí una poderosa voz incitándome a la acción. Así que estudié a mi nuevo héroe. Y tiene dos brazos, dos piernas y dos ojos, igual que yo. Sí, es un Adonis humano. Y yo soy horripilante y patético. Pero eso ya lo solucionaré ¿vale? Lo único que él tenía y yo no lo llevaba atado a mi cintura: una guitarra. La guitarra, o como la había bautizado mi padre: “La puta guitarra”. Pero esa “puta guitarra” fue la clave. Fue la espada clavada en la piedra, la vara de la justicia que venden en el Centro Comercial. ¡Por 25 dólares! Así que le supliqué a mi madre que alquilara una, ya que no podíamos comprarla, de la Escuela de Música de Mike Deal’s, en South Street. Un sábado por la tarde la traje a casa. Me senté en el sofá del comedor, le quité la funda de cocodrilo y la abrí lentamente. Y del forro de terciopelo verde emanó un dulce aroma… a cóctel de madera de cerezo con poder, placer, salvación, sueños, sueños y más sueños. Así que tomé clases, muy entregado. Tomé clases durante dos buenas semanas. Y lo dejé. Era muy difícil, joder. Aprender a tocar la guitarra no solo era muy difícil, ¡es que las clases eran muy aburridas! ¡Solo dime los tres acordes mágicos, por favor, y déjame bailar y gritar!, pero solo tenía siete años y las manos no me llegaban a los trastes. Y no podía gastar el poco dinero que ganaba mi madre semana tras semana. Así que, enseguida supe que iba a tener que devolverla. Pero el día que tenía que devolverla, me la colgué por última vez. La saqué al patio donde estaban los niños del barrio e hice mi primer concierto. Le di golpes, la meneé, grité y canté tonterías sobre vudú. Quemé la hierba. Moví el culo de siete años. Y lo más importante, posé con ella. ¡Te cagas! Bailé con ella, hice de todo menos tocarla. Eso no lo pude hacer. Fue tan penoso que los niños no pararon de reírse de mi estúpido culo. Y esa tarde la devolvimos. Volví a casa en coche, con mi madre, me senté detrás, callado. Y pensé que estaba un poco decepcionado conmigo mismo, pero dentro de mí supe que, por un instante, solo un instante, frente a esos niños del patio… olí el triunfo.»



Springsteen on Broadway,

                                               Teatro Walter Kerr de Nueva York, 2018.