“Futuras
generaciones de telescopios serán capaces de captar la luz de un número
enormemente mayor de galaxias distantes, que hoy nos resultan completamente
desconocidas. El campo visual que abarca esta imagen corresponde a un pequeño
cuadrado en el cielo de menos de un uno por ciento del área angular aparente de
la Luna. Por ello no representa más que una cienmillonésima del cielo. El
número total de estrellas en este campo de visión asciende a 100 billones. El
número de planetas, completamente enorme.” Carl Sagan
Carl
Sagan escribió “Un punto azul pálido” en 1994, dos años antes de su fallecimiento,
en cierta forma es la continuación de “Cosmos”. El telescopio Hubble había sido
puesto en órbita en 1990, pero hasta 1993 sin resultados estimables por culpa
de un error en la fabricación de la lente, fue la misión STS-61 del
transbordador Endeavour la que la corrigió y a partir de entonces comenzó a
ofrecernos las más bellas imágenes del espacio profundo. El capítulo 3 comienza
con una de esas primeras fotografías del Hubble, es la periferia del cúmulo
galáctico Coma, que se halla a 370 millones de años luz de distancia. Todos los
objetos que aparecen en la fotografía son galaxias, en el centro la NGX 4881,
una elíptica gigante.
Y
digo: “puede que estemos”, por los imponderables que concurren, hablo de motores
eléctricos, sensores, errores de software, muelles, palancas, remaches,
pasadores, tuercas, cables de comunicación, sirgas, tensores, hardware, muchas
cosas pueden salir mal en una máquina tan compleja, que debe operar sola y que
su posibilidad de reparación es exigua; la NASA ha contado hasta 344 procesos
mecánicos que pueden salir mal. También puede fallar el propio lanzamiento, y la expansión
de la antena de alta ganancia, y el despliegue de un telescopio doblado como un
origami.
El
telescopio espacial James Webb será lanzado por el cohete Ariane 5 el próximo
día 24 de diciembre de 2021, o tal vez no, en todo caso lo importante no es la
fecha, sino que un proceso tan extremadamente complicado sea un éxito.
James
Webb era el administrador de la NASA cuando la NASA obtuvo sus más destacados logros,
es decir con el programa Apollo y la llegada del primer hombre a la Luna, ese es
el motivo de bautizar al mayor telescopio de la historia con su
nombre: invocar a la suerte.
El
Ariane 5 es uno de los cohetes más fiables de la tecnología aeroespacial, con
una efectividad del 95 %. Es un cohete de usar y tirar de la
Agencia Espacial Europea (ESA), diseñado y construido por EADS SPACE.
Arianespace se encarga de la gestión de las misiones y la comercialización,
como parte del programa Ariane. EADS SPACE Transportation construye los cohetes
en Europa y Arianespace los lanza desde el centro espacial de Kourou, en la
Guayana Francesa.