HARI
SELDON — … Nació el año 11988 de la Era
Galáctica; falleció en 12069. Las fechas en términos de la Era Fundacional en
curso, como…/ /…Se llamaba Gaal Dornick y no era más que un campesino que
nunca había visto Trántor.
La serie
de Apple TV+ es una serie cara, con buena fotografía y banda sonora, está última de Bear McCreary (el mismo de la sensacional Black Sails) y el
reparto cuenta con Jared Harris como Hari Seldon, protagonista en Chernobyl o
The Terror, y una extensísima colección de memorables actuaciones; la otra pata
que sostiene la serie es Lee Pace, El Hobbit y las series de culto como: Halt and
Catch Fire, y Pushing Daisies; también
aparece Clarke Peters, actor de las magistrales The Wire y Treme de David
Simon, pero en esta ocasión hace un cameo fallido, insulso y con calzador. El resto del
casting deriva de la corrección política y por lo tanto es de difícil
calificación, no trasmiten gran cosa, y no mejoran en absoluto los personajes
que desencadena la imaginación de cualquiera que haya leído las novelas.
Sucintamente:
La serie Fundación de Apple TV+ es una falta de respeto al autor. Sin duda no
es la primera vez que unos “creadores” realizan una personal adaptación
televisiva de una buena novela y la venden a una cadena con ganas de gastar pasta.
Algunas veces lo hacen bien e incluso superan una novela mediocre, en esta
ocasión el resultado es una chapuza de dimensiones galácticas.
Es
obvio que los herederos de Asimov han hecho caja, y que el mismo Asimov de carne y hueso puede que hubiera mirado para otro lado. Asimov fue un autor original y de éxito,
y una mina para los editores, de pluma rápida para al mejor postor, desde folletines
publicitarios de agricultores o dentistas, al Playboy, o en revistas de
divulgación para leer en el tren. Con su nombre en letras gigantes aparecieron
gran cantidad de libros de bolsillo sobre temas de lo más variado, sobremanera
de ciencia e historia, Asimov (y compañía, lo contrario es imposible) era una auténtica fábrica en
serie o sobre pedido, con grandes aportaciones como Introducción a la Ciencia y
grandes errores como en aquel artículo de principios de los ochenta sobre informática
donde auguraba que no manejar el lenguaje de programación Basic a finales de
siglo XX sería ser un analfabeto funcional.
Los escritores merecen un respeto, si Asimov dice que: “Era viejo y casi calvo y cojeaba ligeramente, pero tenía los ojos penetrantes y azules.” (Fundación. Isaac Asimov,1951, pág. 21), describiendo a Hari Seldon, ¿por qué los responsables de una serie de TV no lo respetan?, si Trántor es una ciudad que ocupa un planeta entero y tiene techo, ¿no es una imagen suficientemente visual como para reproducirla en pantalla?, luego está la utilización de conceptos de otros autores, como el ascensor espacial de Arthur C. Clarke, y destruirlo en un atentado a la manera del 11-S.