Here Tzermiado.
Ayer
fue un día duro para el viajero, cansancio y sueño, sueño y cansancio tras
kilómetros en coche a Barcelona y muchos más en avión hasta Heraklion, luego un
Fiat Tipo, un bocadillo y circular a Tzermiado entre nubes. En la senda, varios
pueblos pintorescos en un recorrido circular por Lassiti. Eran villas pequeñas,
donde encontramos bares antiguos al estilo griego y mucha paz en sus calles.
Los viajeros subieron a ver la cueva de Zeus y empezó la tormenta, tal vez Zeus
sea caprichoso y no quiera ser molestado, aun así, ascendimos cuarenta minutos
hasta la entrada, pero Zeus siguió en su obstinación y encontramos la cueva
cerrada a las visitas por peligro de terremotos, aunque los viajeros no hallaron
rastro alguno de su ira en las piedras y en ningún sitio.
Los
viajeros toparon con un monasterio en el camino, totalmente abierto y sin monje
alguno que vigilase nada. Ahí están las fotos.
Los
viajeros volvieron a Tzermiado a cenar especialidades cretenses de Argualides,
entre las montañas, a más de mil metros de altura, refresca a la noche, el
cielo nublado cubre está fértil meseta y por fin descansamos.