Una
relectura personal. Otra reedición, un regalo y una visualización del primer
capítulo en inglés.
Jacob
Bronoswski fue un matemático y promotor de la “divulgación científica” en los
modernos medios de comunicación de la segunda mitad del siglo XX. De familia
judeo-polaca, tuvo que huir a Alemania de los rusos en la Primera Guerra
Mundial, después de los nazis a Gran Bretaña, y acabó viviendo en Estados
Unidos.
Humanista
por antonomasia, hombre del renacimiento, filósofo de la ciencia, de la
literatura, de la poesía y el arte, científico con raíces en la historia, algo
que en aquel entonces parecía contradictorio con el progreso, y que todavía hoy
es motivo de debate. Recibió el impacto de “el sueño de la razón…” en sus
propios ojos cuando viajó a Hiroshima y Nagasaki en calidad de matemático de
investigación para la mejora de los bombardeos atómicos, por lo visto los
británicos querían perfeccionar el nivel de los Estados Unidos. Esa experiencia
le marcó, fue su “caída del caballo”, su punto de inflexión vital.
Cuando
el ecologismo no estaba inventado, a principios de la década de 1960,
Bronoswski fue pionero impulsando investigaciones en el desarrollo de
combustibles no contaminantes.
Su
carrera en los medios comenzó en un programa de radio respondiendo a preguntas
sobre la catástrofe nuclear y las relaciones entre la ciencia y la guerra. En
1960 escribe y presenta, con notable éxito, un programa científico en la
televisión británica. En 1964, Bronowski se muda a La Jolla, San Diego, para
colaborar en la fundación del Instituto Salk para Estudios Biológicos.
En
1969 la BBC le propone la grabación de una serie para la televisión de 13
episodios titulada: THE ASCENT OF MAN.
Falleció
en 1974, tan solo un año después de la filmación de THE ASCENT OF MAN y la
publicación del libro homónimo.
Seré
sincero, desconozco la relación personal entre Jacob Bronowski y Carl Sagan, en
internet no he encontrado nada al respecto, pero es evidente que la hubo. Dos
de los creadores de “The Ascent of man”, David Kennard y Adrian Malone, fueron en
“Cosmos” productor principal y productor ejecutivo, además la propia cadena
pública británica BBC, promotora de Bronowski, colaboró en la producción y el
guion de Carl Sagan, Steven Soter y Ann Druyan.
Estamos
ante dos de los tramoyistas de los documentales de divulgación científica en
televisión, pues además de participar en “The Ascent of man” y “Cosmos”, David Kennard,
trabajó después con Jane Goodall, y en “2001: El legado de HAL” con Arthur C.
Clarke. En una entrevista, Kennard declaró que la producción de “Cosmos” fue
tan compleja y vanguardista que le quitó diez años de vida. Por su parte, Adrian
Malone fue en “Cosmos” el responsable de los efectos especiales que replicaban
los anillos de Saturno, cuenta que construyeron una grúa especial y pidió que
recogieran montones de vidrio, "Luego dejamos caer esos cristales en
grandes manojos desde bolsas delante de la cámara". También se sabe que Sagan
y Malone fueron “como agua y aceite” en el rodaje de “Cosmos”, cada uno estaba
acostumbrado a tomar la iniciativa en sus propios proyectos, y los dos lucharon
en el set varias veces por aspectos técnicos de la producción, aunque Malone
declaró después de la muerte de Sagan que "en realidad esa tensión hizo
que las cosas avanzaran bastante rápido, nos hizo pensar siempre dos veces,
posiblemente tres veces"
Carl
Sagan, directa o indirectamente, tuvo a Jacob Bronowski como maestro, y éste a
su vez tuvo a Kenneth Clark como precursor de su obra cumbre; no existe, ni en
el pensamiento, ni en la ciencia, ni en la vida, nada que no tenga un
precursor. Kenneth Clark escribió y presentó la serie titulada “Civilization: A
Personal View” en 1969, de trece capítulos (que casualidad) de 50 minutos de
duración, que cubrían la civilización de Europa occidental desde el final de la
Edad Media hasta principios del siglo XX. Y esa serie fue posible gracias a que
un tal David Attenborough era el controlador de BBC Two en marzo de 1965. Attenborough
ordenó una serie sobre la historia del arte occidental para mostrar la calidad
del nuevo servicio de televisión en color UHF que ofrecía la BBC Two. “Civilization:
A Personal View” estableció el plan para documentales de autor histórico. Le
siguió “El ascenso del hombre”.