Es la voz dominando la imagen, es la
palabra que encandila y enamora, es el cine documental como si fuera un sueño, es
el carisma de Félix Rodríguez de la Fuente, es la certidumbre de Carl Sagan, es
Jacques Cousteau, David Attenborough, Jacob Bronowski, es la dicción perfecta
de José María del Río, es el cuaderno de bitácora de Rafael Taibo, es Felipe
Peña como HAL 9000.
El jueves 15 de junio de 1982 se emitía
COSMOS en Televisión Española (se había estrenado en la cadena la PBS -Public
Broadcasting Service– en septiembre de 1980, y llegó a ser la serie más vista de
la televisión pública norteamericana, hoy sigue siendo su producción de más éxito
en todo el mundo) las naves Voyager se alejaban de Saturno, el Columbia había
realizado su primer vuelo al espacio, el Mundial de Futbol de España’82
comenzaba, por la tarde veíamos la serie LA CONQUISTA DEL OESTE (los Macahan
para nosotros) Leopoldo Calvo-Sotelo era el presidente del Gobierno, en TVE se
sucedían los directores: Fernando Castedo (1981), Carlos Robles Piquer (1981–1982),
Eugenio Nasarre (1982), se barruntaba el cambio y la victoria de Felipe González
en las elecciones de octubre.
En los 80, a pesar del monopolio, Televisión
Española tenía cierto criterio y profesionalidad, no sé por qué, pero el blanco
y negro resultaba más atractivo que la telebasura actual; por supuesto, manipulaba,
como han seguido haciendo, si bien la proporción no alcanzaba la impudicia de Rosa
María Mateo (es difícil más bandería en menos tiempo, y con el beneplácito de
los que criticaban a Rajoy por no abrir a diario el telediario con Bárcenas)
Aquella televisión cuidó mucho la serie
COSMOS, tal vez en un acto de imitación a la PBS o la BBC, lo desconozco, el
caso es que programó un documental en horario «prime time», es decir, a las
21:35, después del telediario, además, vigiló que la traducción del original fuera
escrupulosa, y algo inaudito, contaron con un asesor científico, que para más
detalle era jesuita (cosa poco sorprendente, no por el meapilismo de la época,
sino por el nivel intelectual de la orden) José María del Río, que era hombre de la casa,
puso voz en castellano sobre las palabras en inglés de Sagan.
Sospecho que Carl Sagan no eligió a José
María del Río como voz en off de COSMOS, Sagan no llegaba a tanto en su minuciosidad
y obsesión, no era Stanley Kubrick, aunque se admiraban y tuvieron relación. Kubrick,
en sus ramalazos de genialidad, hasta elegía los directores y actores de doblaje
para las trascripciones del inglés; en España contrató a Carlos Saura en La naranja mecánica (1971), Barry Lyndon (1975),El Resplandor (1980), y su obra póstuma: Eyes Wide Shut (1999) por encargo de
la familia.
José María del Río (Madrid, 1942) es
actor, locutor radiofónico, doblador de películas, documentales y publicidad. Recibió
el Premio Ondas en 1971 por su labor en RNE. Entre una gran cantidad de trabajos, es el
narrador del film La guía del autoestopista galáctico, o la voz de David Attenborough
en varios de sus documentales de la BBC, como Planeta Azul II –actualmente en
emisión en La 2 los domingos al mediodía-, también en el reciente docudrama
MARTE de National Geographic, doblando a Robert Zurbin.
Una porción del éxito de la serie COSMOS
en España es propiedad de José María del Río, y por añadidura el impacto que
causó sobre miles de personas; muchos estábamos ávidos de conocer respuestas,
las que desconocían nuestros profesores, nuestros padres y nuestros amigos, tampoco
los curas o los medios de comunicación las sabían, unos con sus dogmas, otros
con sus ovnis; la curiosidad nos invadía y los libros de texto solo parecían
parte de un complot para torturarnos; algunos de aquellos jóvenes hoy son científicos
o profesores, algunos otros nos ganamos la vidas de lo que podemos y las tardes
de domingo escribimos en un blog o un novela que nadie compra; en realidad nada
de eso importa, lo importante es que en el verano de 1982 conocimos la transcendencia,
y que esa no es otra que el humanismo y la filosofía de la ciencia.