Quién recuerda el fruto en la olivera
y la niebla al Sol haciendo el velo,
con el frío sujeto en la escalera
y en la hoguera la alforja y el abuelo.
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Y al tiempo de la última sementera,
sentir una jota bien cantada,
el aladro, el jubo y la collera,
labrador con la tierra atemperada.
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Quién recuerda la mostosa pisadera,
el tonel, el cubo y la bodega,
buscando en defensas naturales
el rigor de la entreña de la tierra.
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Al llegar el otoño por las viñas,
las uvas en el carro o en la cesta,
por el aire las hojas y las moscas,
la Iglesia con muertos en la puerta.
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Quién recuerda el cantar de las galeras
con el tiro de mulas adornadas,
la serena voz del carretero,
las tringolas, la bota y la zurriaga.
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Al llegar la noche, el descanso,
la novia y la taberna rondadora
defendiendo honores o rencores,
encontrar la muerte callejera.
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Quién recuerda el olor que dan los montes
al llegar las verdes primaveras,
las abejas volando en los tomillos,
los pastores cuidando las ovejas.
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Rompiendo el silencio las perdices,
cantando encima las canteras,
las liebres corriendo con los perros,
el morral, el hurón y las preseras.
.............continuará............