sábado, 3 de mayo de 2014

Lecturas recomendadas: JERUSALÉN

Una gran novela de Selma Lagerlöf (1858-1940)

Publicado por Selma Lagerlöf en 1901 y 1902, con el título de: Jerusalem.
Redición de Ediciones B S.A. en 2010.

Traducción actualizada: Caterina Pascual Söderbaum

151.- “Sintieron que todo el mal de los abismos corría libre aquella noche y que arremetía contra ellos.”

204.-“La paz de los domingos se extendió en su alma, y en su boca sintió la miel del amor derramando un delicioso bienestar hasta el último rincón de su ser.”

285.-“También vio que se compadecía de ella, una pobre infeliz atormentada por menudencias terrenas, y cuya alma, contaminada por los miasmas de la venganza, estaba sembrada de los cardos y ponzoñosas flores de la pena.”

341.- “El hombre de la cruz se tambaleaba entonces en dirección  a ella, hasta que la mujer, sobresaltada por los ruidos que hacía la cruz al ser arrastrada entre los sepulcros, se giraba hacia él mostrándole su rostro cubierto por un velo negro que inducía a creer que detrás no había otra cosa que un tenebroso vacío.”

354.-“Era ese gobierno el que había permitido  que los antiguos conductos de agua se deterioraran, el que no mantenía las carreteras en buen estado, el que se oponía a la construcción del ferrocarril, el que impedía a extranjeros emprendedores crear instalaciones portuarias, el que prohibía la importación de libros de Occidente y la impresión de periódicos. El mismo gobierno que obligaba a cualquiera que tuviera un trabajo útil y productivo a pagar unos impuestos tan abusivos que la gente prefería malgastar sus días dormitando sin hacer nada. El que no defendía la justicia sino que toleraba que sus jueces aceptasen sobornos, el que permitía a los ladrones campar impunemente a sus anchas, el que había conducido a todo un pueblo al embrutecimiento y el abandono, hasta tal grado que era incapaz de pensar ya en levantarse.”

379.-“En el interior de la muralla está el lugar donde los judíos se lamentan, donde los rabinos con sus caftanes de terciopelo rojo o azul se pegan contra el frío muro de piedra y lloran por el palacio, que fue destruido, por el muro, que fue derribado, por el poder, que se ha perdido, por los prohombres, que están muertos, por  los sacerdotes, que se han descarriado, por los monarcas, que han renegado del Todopoderoso.” 

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